La convivencia entre vecinos puede ser maravillosa o un auténtico desastre y si no que se lo digan a Naiara, una chica que se ha vuelto a viralizar al contar lo que ha visto en su piso al abrir las ventanas. No obstante, esta no es la primera vez que a la joven le pasa algo surrealista en el lugar donde vive, ya que contó también a través de TikTok que se fue a Reino Unido de intercambio un verano y que terminó viviendo en un Kebab.
Ahora, la joven ha subido varios vídeos a su perfil de TikTok con su amiga y compañera de piso en los que relata la surrealista imagen que han visto al abrir las ventanas del edificio en el que viven. Es más, el primero de los vídeos de esta "aventura" acumula ya 2,3 millones de reproducciones.
"Nos ha tocado vivir en una comunidad de guarros", dicen las chicas antes de enseñar las repisas de sus ventanas, que están completamente llenas de pelos. Así es, las ventanas dan a un patio interior y están cubiertas de pelos: "Si yo quiero una peluca me la puedo hacer con los pelos del perro de la señora de arriba".
Horrorizadas por la cantidad de pelo que habían visto en sus ventanas, decidieron escribir un comunicado (con fotografías incluidas) que colgarían tanto en el ascensor como en la entrada del edificio, y fueron a imprimirlo "donde la conserje de nuestra comunidad". En el comunicado puede leerse: "Se ruega a los vecinos que no arrojen pelos de sus mascotas o propios (los cuales preferimos no saber), pues se nos llena el alféizar de suciedad y nos entra en el piso".
En un segundo vídeo, las chicas han contado que sus vecinos han respondido quitando los papeles con el comunicado y decidieron imprimir más para volverlos a pegar. Además, recogieron los pelos y los metieron en varias bolsas que repartirían entre sus vecinos.
Por último, en el tercer vídeo aseguran que les han vuelto a quitar todos los carteles, "como era de esperar", y han intentado hablar con la presidenta de la comunidad, pero esta no les abre la puerta; así que no lo han conseguido. Decidieron volver a repartir comunicados por todos los pisos y vieron que la portera había retirado los que habían pegado anteriormente: "Te hemos cazado".
Por ahora, este problema vecinal sigue sin resolverse y la tensión entre todos ellos sigue en aumento.