En TikTok podemos encontrarnos vídeos de lo más variados, desde recomendaciones o recetas virales, hasta historias tan increíbles como la que en este caso ha contado Lupita Villalobos, una joven a la que atracaron hace ya más de diez años.
Ha sido ella misma quien ha contado que cuando todavía estaba en el colegio fue asaltada junto con sus amigos en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en Ciudad de México. Tenían que subir en grupo al cerro de La Campana para llevar a cabo una tarea del colegio y fue entonces cuando, de repente, apareció un grupo de atracadores: “Empezaron a salir como de la nada, de debajo de las piedras”, cuenta la joven que se acuerda de aquel día con todo lujo de detalle.
“Empezaron a quitarnos nuestras pertenencias, nuestro dinero”, dice la joven. Ellos eran cuatro y los atracadores seis: “Abrí mi bolso y le di el dinero”. Pero esto no parecía ser suficiente para el chico que le pidió que le diera también las pulseras de oro, pero Lupita no se las podía quitar, así que al final se las quedó ella.
“Mientras me atracaba yo vi el cuerpo del muchacho y traía la piel muy reseca, mientras me asaltaba yo pensaba que penita tu piel, muchacho”. Tenía la piel tan reseca que tenía como rasguños e incluso dibujos en ella precisamente por esto.
La joven estaba tan nerviosa que cuando el asaltante ya le había robado todo el dinero le pidió que le diera la mano para ayudarle a bajar y él le hizo caso; fue entonces cuando vio que entre dos de sus dedos tenía la cicatriz enorme de una quemadura.
La historia no acaba ahí, es más, lo realmente surrealista llega ahora y es que la joven ha contado que habían pasado alrededor de diez años desde que vivió este agobiante episodio cuando fue a una tienda de autoservicio y descubrió que su atracador era la persona a la que tenía que pagarle.
¿Cómo fue capaz de reconocerlo diez años más tarde? Pues bien, solo tuvo que ver la quemadura para saber que efectivamente era él. Al ver la quemadura en su mano, subió la mirada, lo miró a la cara y confirmó todas sus sospechas: era él.
Por si acaso se estaba equivocando y en realidad se trataba de una persona que se parecía mucho a su atracador, la joven le preguntó directamente: "Por casualidad, ¿tú antes no asaltabas?", lo que no ha contado ha sido qué respuesta le dio él a esta pregunta.