En las redes sociales podemos ver como cada día se viralizan vídeos de lo más dispares y en las últimas horas ha dado la vuelta al mundo uno de lo más tierno que ha sacado una sonrisa de oreja a oreja a todos aquellos que se han topado con él en Twitter.
En este vídeo, que fue sacado en el patio de un colegio, se puede ver a un grupo de alumnos apoyando a uno de sus compañeros que tiene problemas de movilidad y está tratando de jugar con sus amigos al fútbol, aunque para él chutar a portería es una tarea algo más compleja que para el resto.
Ha sido el periodista deportivo argentino Lucas Monza quien ha compartido este vídeo en su perfil de Twitter, donde acumula ya más de quince millones de visualizaciones y más de 281.000 likes. Además, ha escrito junto al vídeo: “No hay mejor actitud, que la que nace del corazón”.
En el vídeo, que fue grabado en el colegio Sagrado Corazón de Argentina, puede escucharse y ver como los compañeros del niño que se ha convertido en un auténtico protagonista le dicen: “¡Patea! ¡Patea! ¡Patea!”, mientras el pequeño se acerca a la pelota caminando con un andador.
Sus compañeros se colocan a su alrededor esperando a que el pequeño pueda golpear la pelota e incluso hay quienes apartan a otros niños para que no crucen delante de él y no interfieran en la trayectoria de la pelota.
Con mucha ilusión y esfuerzo Lisandro consigue finalmente darle una patada al balón y no solo eso, sino además meterlo dentro de la portería. Algo que hace muy feliz no solo al niño, sino también a sus compañeros y amigos que lo celebran como si su equipo hubiera ganado la Champions.
Mientras gritan, salen corriendo hacia el pequeño y celebran con él el gol, abrazándolo y saltando. Ahora, este vídeo no solo se ha vuelto muy viral, sino que además, han sido muchas las personas que han dejado en Twitter comentarios al respecto; en la gran mayoría de ellos vemos como alaban la actitud de todos los niños: “Los niños empáticos se convertirán en adultos empáticos y justamente lo que necesitamos en este mundo es empatía, es ponerse en el lugar del otro, sentir lo que el otro siente y querer ayudarle”, escribe por ejemplo Marinia.
La educación de estos niños es ejemplar, de eso no hay ninguna duda.