Los Récord Guinness no dejan de sorprendernos, ya que a menudo vemos como personas consiguen el récord por cosas que jamás se nos habrían pasado por la cabeza que pudieran ser premiadas. En este caso, quien ha sorprendido consiguiendo uno de estos récords ha sido Matt Gone.
Matt Gone ha obtenido el récord mundial Guinness por ser la persona que tiene más tatuajes cuadrados en el cuerpo. Solo hay que echar un vistazo a sus fotografías para ver que estos están por todo su cuerpo, incluso en su cara.
En el vídeo que ha compartido del chico Guinness World Records, este cuenta que tras tatuarse la nariz llegó incluso a estornudar tinta negra durante 20 minutos. La nariz fue precisamente una de las zonas de su cuerpo que más le dolió tatuarse, junto con los dedos de los pies: "¿El lugar más doloroso del cuerpo para tatuarse? La nariz. Eso es lo más doloroso, hasta los dedos de los pies de los bebés, las uñas duelen mucho".
El chico ha batido el récord al tatuarse en total 848 cuadrados negros por todo su cuerpo. Han sido dos médicos quienes, para oficializar su récord, los han contado uno a uno.
Cuadrados negros tiene 848, pero estos no son sus únicos tatuajes. En 1985 se hizo el primero con 14 años; ahora, tiene prácticamente todo su cuerpo tatuado, hasta la lengua y los globos oculares: "Los párpados son muy dolorosos, incluso con anestesia. Tengo tatuado el interior del párpado; la gente generalmente solo se tatúa hasta la línea de las pestañas".
Tatuarse los globos oculares es algo muy poco común, ya que Matt cree que hay solo seis personas en el mundo con esta parte del cuerpo tatuada: "Mi lengua está tatuada, pero eran inyecciones hipodérmicas. De hecho, modernicé la técnica para tatuarme la lengua en 2010. Mi lengua está más tatuada que cualquier otra persona en la historia, hasta el fondo de la garganta", explicó Matt.
Matt tiene el cuerpo repleto de tatuajes y esto ha hecho que en más de una ocasión se haya sentido discriminado por su aspecto, sobre todo en el pasado: “Cuando yo comencé no estaba de moda, era para gente que estaba apartada de la sociedad. Me ofrecía libertad y, por ello, me he sentido tan identificado con los tatuajes. Son una manera de vivir para mí y me siento afortunado”.
Además, ha asegurado que gran parte de los comentarios de odio que recibe le llegan a través de las redes sociales: "Algunas personas me han dicho cosas como que deberían quitarme a mi hijo por mi apariencia, pero esto solo ocurre en las redes sociales".
"Cuando estoy en público, la gente se me queda mirando un poco, pero solo dicen cosas agradables y preguntan cuánto tiempo tomó hacer los tatuajes, cómo manejo el dolor y, en general, felicitan mi trabajo", explicó. Por tanto, es mucho mejor tratado en persona que en internet.