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Una universidad española repartirá por primera vez compresas y tampones de forma gratuita

  • Desde este jueves 11 de marzo los estudiantes de la Universidad de Vigo podrán acceder a compresas y tampones de manera gratuita

  • Estos productos de higiene menstrual estarán disponibles en dispensadores que se encontrarán en los baños de mujeres

Una persona menstruante puede gastar a lo largo de su vida hasta 2.389,44 euros en tampones y 1.673,52 en compresas, según la calculadora menstrual de INTIMINA teniendo en cuenta que la edad media de la primera regla suelen ser los 13 años de edad.

Este es un gasto que no todas las personas pueden asumir y es por eso que hay países que ya están llevando a cabo iniciativas con el objetivo de que estos productos sean accesibles para todos aquellos que necesiten utilizarlos.

Una de estas medidas se llevó a cabo, por ejemplo, en Escocia, que en noviembre de 2020 se convirtió en el primer país en repartir de manera gratuita tampones y compresas a sus ciudadanos. Estos productos están disponibles en los edificios públicos como colegios e institutos para que todo aquel que los necesite pueda utilizarlos.

Estas iniciativas tienen muy buena acogida no solo por el dinero que pueden llegar a ahorrarse aquellos que necesiten compresas y tampones cada 28 días, sino también porque muchas veces nos baja la regla de imprevisto y no tenemos a nuestra disposición este tipo de productos. De esta manera, en las universidades, institutos y colegios estarían siempre disponibles cuando cualquier alumno los necesitase.

La Universidad de Vigo pionera en España

En febrero Nueva Zelanda anunció que a partir de junio regalará productos de higiene femenina en todas las escuelas del país. También Francia confirmó el mes pasado, que distribuirá, a partir del próximo curso escolar, de manera gratuita, compresas y tampones para estudiantes universitarios.

Ahora, en España, la Universidad de Vigo ha querido sumarse a esta ola de iniciativas y a partir de este jueves 11 de marzo todas las personas que formen parte de su comunidad universitaria pueden acceder de manera gratuita a compresas y tampones.

Esta medida, según figura en el comunicado que ha compartido la universidad, llega en un momento de crisis económica derivado de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus "que está afectando principalmente al empobrecimiento de las mujeres en cuanto a pérdida de empleo, aumento de salario y brecha de género en el uso del tiempo..., y que, como en el caso de Francia o Escocia, tiene como objetivo combatir la llamada pobreza menstrual, que afecta principalmente a las mujeres", asegura Águeda Gómez, directora de la Unidad de Igualdad de UVigo.

Según ha explicado la Universidad de Vigo, los productos de higiene menstrual estarán disponibles en dispensadores que se encontrarán en los baños de mujeres dentro de la universidad.

"Esta es una medida que restituye este agravio histórico patriarcal que siempre ha rechazado, invisibilizado, excluido y no consideró las necesidades vitales y sociales de las mujeres", dice la directora de la Unidad de Igualdad.

Piden la copa menstrual

Esta iniciativa ha tenido una gran acogida por parte de la comunidad universitaria que agradece que este tipo de medidas se lleven a cabo sobre todo cuando tanta gente se está viendo afectada por la pandemia. No obstante, hay quienes en las redes sociales han propuesto alternativas para que sea más sostenible.

"Ojalá sirva de precedente y se incluyan también copas menstruales y demás", escribe por ejemplo María Jesús como respuesta al tuit que ha compartido la universidad.

Otra opción: el sangrado libre

En los últimos años han surgido alternativas más ecológicas a las compresas y tampones tradicionales como son, por ejemplo, las copas menstruales, las compresas de algodón (estas no son tan nuevas, pero han adquirido visibilidad en los últimos años) o el sangrado libre.

El sangrado libre consiste en no ponerte nada durante la menstruación, ni compresas ni tampones ni copa menstrual y dejar simplemente que la sangre fluya. Lucía Blanco lo empezó a practicar con 26 años, tras haber probado a copa menstrual y las compresas ecológicas y de algodón, y cuenta en primera persona cómo ha sido su experiencia al respecto: