De Demi Lovato a Selena Gómez: famosas 'body positive' que muestran sus estrías sin complejos

Uno de los mejores altavoces que existen contra ese cuerpo de revista hipernormativo y canónico con el que se bombardea a las mujeres reside en las propias famosas. Lo resumen bien las palabras de la psicóloga Laura Palomares en Cosmopólitan: “Con esto, estamos ‘narcisizando’ de algún modo a la sociedad. En la actualidad, hay una especie de oda al físico que está generando muchos problemas de autoestima, sobre todo en adolescentes”.

En algunos casos, como tantos miles de mujeres, estas famosas están hartas de tener que predicar en redes como Instagram una imagen física muy alejada de la realidad; en otros, como Karol G, harta de ser criticada en redes por su cuerpo, las celebrities están plenamente concienciadas de la importancia de mostrar su cuerpo con naturalidad, sin espejismos tecnológicos: retoques digitales, adelgazamientos y otras sutiles manipulaciones visuales.

Son esas ‘mujeres reales’ que el capitalismo ya se ha encargado de fagocitar y rentabilizar en multitud de campañas, pero que, en todo caso, hacen mucho para que por fin se acepten las estrías y las arrugas en los posados y, claro, en las redes. Cuantas más sean, mejor.

Estas son algunas de las celebrities que muestran sus imperfecciones en las redes.

Lady Gaga

Durante un viaje a París con su pareja, la cantante y actriz publicó un famoso selfie en 2018 en el que podían apreciarse unas pequeñas estrías en su pecho.

Sus seguidorxs aplaudieron el gesto y llenaron su feed con miles de comentarios apoyando esta imagen sin filtros ni retoques que mostraba el cuerpo real de la diva. “¡Una mujer real!”, “Gracias por se honesta”, “¡Qué foto increíble!”.

Kylie Jenner

Su contribución al movimiento ‘body positive’, un mundo lleno de cuerpos reales y no fantasías estéticas, fue mostrar las estrías en el pecho fruto de su embarazo; un gesto que sus fans aplaudieron, pues estaban segurxs de que ayudaría a miles de madres jóvenes a aceptar los cambios físicos de la lactancia y el embarazo.

La modelo posó con un bikini triangular en la piscina, en una serie de fotografías donde podía apreciarse en todo su esplendor un físico completamente real

Demi Lovato

La cantante y ex chica Disney abrió camino para muchas mujeres mostrando sus estrías cubiertas de purpurina en Instagram en un largo post en el que se confesaba a sus seguidores y les hablaba del grave trastorno alimentario que ha padecido toda su vida: la bulimia. Unas fotografías que dieron la vuelta al mundo y pusieron en el centro el debate sobre autoestima, la salud mental y la hipersexualización del cuerpo femenino.

“En honor a mi gratitud por el lugar en el que estoy hoy, esta fue una pequeña sesión que hice en cuarentena este verano cuando quería celebrar mis estrías en lugar de avergonzarme de ellas. Empecé a usar pintura con purpurina real en mis estrías para celebrar mi cuerpo y todas sus características”.

Selena Gómez

Durante un viaje a Venecia, sucedió la magia para los seguidores de Selena (al menos, los que no son haters tóxicos). La actriz lució muslos sin retoque digital alguno y le enseñó a su audiencia masiva cómo son las piernas ‘reales’ de una estrella.

“El mito de la belleza, una obsesión con la perfección física que atrapa a la mujer moderna en un interminable mito de inseguridad, desesperanza y odio a sí misma, mientras intenta encajar con los estándares de belleza imposibles de alcanzar”, dijo. “Decido cuidarme por qué quiero hacerlo no para probar nada a otras personas.”

Rihanna

Quizá la imagen más real de todas: una Rihanna en bikini, tirada en la playa, sin apenas interés en posar y retocar lo que no es más que una imagen verosímil de una vida, como las que todxs tomamos cuando estamos solxs.

Rihana tiene estrías, y por eso es más real que cualquier fotografía retocada dedicada a esconder la verdad.

Halle Berry

Son importantes las palabras de esta actriz, que ha sabido reinventarse y escapar de esa imagen hipersexualizada que se vendía de ella de la primera década de los 2000.

“Cuando la gente sabía de mi pasado, inmediatamente me menospreciaban como actriz. Así que tuve que eliminar esa parte de mi persona. Acepté papeles en los que mi físico no fuera lo más importante, y esta fue a una buena manera de ir ganando credibilidad en la industria”.