La industria de la moda es sin duda una de las más exigentes. Lo más común es que para ser modelo, sobre todo de pasarela, tengas que tener unas determinadas medidas. Según Vogue, en el caso de las mujeres, las medidas que solicitan las agencias son las siguientes: una altura mayor a 172 centímetros y menos de 180. Además, utilizar de la talla 0 a la 4 (tallaje estadounidense), una cintura de 60 centímetros y una cadera de 85.
Ahora bien, parece que cada vez más estos estándares se están flexibilizando y mujeres que jamás se habrían planteado ser modelos por su físico, están empezando a encontrar su lugar dentro de la industria.
Este es, por ejemplo, el caso de Aaron Philip, la primera modelo trans con parálisis cerebral. Esta se ha convertido en la imagen de la última campaña otoño-invierno de Moschino. La marca ha decidido apostar por una modelo trans, negra y con una discapacidad física; algo bastante novedoso en el mundo de la moda. No obstante, esta no es la primera vez que Aaron Philip trabaja para una marca más que consolidada como esta.
La joven modelo nació en 2001 en la isla antillana de Antigua y Barbuda con una enfermedad que afecta a la función motora, parálisis cerebral, y que, en su caso, implica el uso de una silla de ruedas.
Aaron Philip se mudó con solo tres años con sus padres desde el Caribe a Estados Unidos en busca de asistencia médica por su problema de movilidad. Los primeros años fueron muy duros por las dificultades económicas tan graves a las que tuvieron que hacer frente. Pero Aaron supo desde que era pequeña que nada sería sencillo para ella, por lo que no dejó de intentarlo. Ni Nueva York es la mejor ciudad para moverse en silla de ruedas ni la tablet con la que se comunica un instrumento que entiende todo el mundo, por esto de la brecha generacional.
Es más, Aaron entró en contacto con el universo de la moda precisamente gracias a internet. Con 10 años creó su primer proyecto de comunicación, un blog llamado Aaronverse, en el que, con sentido del humor narraba los problemas de accesibilidad que se encontraba en su vida urbana. Este hizo que su historia se diese a conocer y con 14 años protagonizó la portada de un libro titulado 'Este chico puede volar'. Era un ensayo sobre su historia de superación escrito a medias con Tonya K. Bolden, autora conocidísima en Estados Unidos por sus títulos infantiles.
Para salir del armario y mostrarse como quien realmente es necesitó el impulso de la actriz, icono trans y protagonista de 'Euphoria' Ella siempre había sabido que era diferente a lo que se suponía de ella, pero no tenía las herramientas para expresarlo, hasta que vio la serie y conoció a la actriz en persona.
Hasta el año 2015 no se había planteado trabajar como modelo, pero vio algo que le hizo cambiar por completo de idea. Se topó con una polémica publicación de la revista 'Interview' en la que Kylie Jenner aparecía subida a una silla de ruedas de oro.
Al ver esta imagen lo tuvo claro, quería luchar para que fuesen las personas con discapacidad quienes hiciesen de esta algo sexy y glamuroso, "para que otros lo hagan, por qué no hacerlo yo", contó la modelo en una entrevista a 'SModa'.
Así que, fue unos años más tarde cuando comenzó su andadura en esta industria, en la que al principio trabajó como freelance. En 2018 fichó por la agencia Elite Model Management New York, la misma que en su día descubrió a Naomi Campbell (su gran ídolo, junto a Kate Moss y Mariacarla Boscono), Cindy Crawford, Gisele Bündchen o Lara Stone.
Desde entonces, ha protagonizado campañas para Sephora, Asos, portadas de revistas y ha aparecido en el videoclip de la canción 'Mother’s Daughter' de Miley Cyrus. También ha participado en desfiles y ahora es la imagen de la última campaña de Moschino.