La búsqueda de empleo es uno de los grandes problemas a los que a día de hoy se siguen enfrentando las personas trans. Y es que, aunque no hay datos concretos, se estima que alrededor de un 85% de la población trans vive en situación de desempleo según datos facilitados por las asociaciones LGTBI.
Pues bien, precisamente a este problema se ha tenido que enfrentar también la modelo estadounidense Maxine Heron desde que, en 2018, se hartara de mantener su transexualidad en secreto y decidiera contarle al mundo que es una mujer transexual. Un gesto que hizo, entre otro motivos, para apoyar al colectivo trans en Estados Unidos.
Ahora, asegura que cuando hace un par de años contó que era una mujer transexual dejaron de llamarla para trabajar como modelo. Así que la joven se quedó, simplemente por contar quién era, sin trabajo durante más de un año. Y es que, desde ese momento el dueño de la agencia con la que estaba trabajando la modelo informaba a los clientes de que ella era transexual para evitar un "conflicto de intereses".
Así que, aunque ella confesó su transexualidad para reivindicar y normalizar historias como la suya con el fin de que mujeres transexuales encuentren un hueco dentro de esta industria, lo que la agencia había hecho era justo lo contrario: "separar y categorizar de alguna manera a la gente", declara Maxine Heron en una entrevista para el 'Metro UK'.
Cuando intentó cambiar esta "categorización" dentro de la agencia con la que trabajaba le dijeron que "esto era algo con lo que tendría que lidiar en mi carrera profesional por el estilo de vida que había escogido vivir". ¿Estilo de vida? La joven al escuchar esas palabras pensó que se referían a la decisión que había tomado de hacer pública su transexualidad, pero se equivocaba. "Era 'el estilo de vida que había escogido al hacer mi transición'", explica la modelo para el medio británico.
Por tanto, y por muy sencillo de entender que parezca, Maxine tuvo que recordarles que ser una mujer transexual no es un estilo de vida, "que esta es quien soy, que no es algo que haya escogido para mí".
Ahora la modelo trabaja para la agencia WIMP, que se dedica exclusivamente a gestionar las carreras profesionales de personas pertenecientes al colectivo trans. Es más, la agencia está dirigida por personas del colectivo y no solo trabaja con modelos, sino también con diseñadores, fotógrafos, maquilladores, actores, escritores, etc.
Así que, según cuenta la modelo, no se arrepiente en absoluto de haber compartido con el mundo su transexualidad, ya que ese fue el paso que le hacía falta dar para aceptarse tal y como es dentro de una industria a veces tan exigente.
"Tenemos que seguir dando voz a las personas trans. Somos válidos, estamos aquí. Necesitamos continuar con la diversidad y contribuir a que seamos aceptados", concluye la modelo en la entrevista.