Puede que estemos recuperando actividades con la nueva normalidad, pero el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en España cuando termine definitivamente el sistema de fases. Es algo para lo que debemos estar muy concienciados y para lo que habrá multas de 100 euros en caso de saltarnos la norma en la vía pública o en espacios cerrados (si no se garantiza la distancia de seguridad de 1,5 metros).
En esta nueva vida ya hemos experimentado lo que es ir a la peluquería y estar dentro del local todos con mascarilla, el ir a comprar y solo ver los ojos de la gente o pasear simplemente, pero todos con el complemento en la cara que exige la normativa. Esto hace que tengamos que adivinar si alguien está sonriendo o enfadado porque la mascarilla hay que reconocer que tapa una parte muy importante de la cara.
Conscientes de esa pequeña barrera para la comunicación, una startup suiza ha cogido la delantera para comercializar la primera mascarilla que deja ver la boca. Y es que hemos conocido y estamos usando mascarillas quirúrgicas, filtrantes, higiénicas o la modalidad de las mascarillas reutilizables de tela con filtros desechables, pero no nos imaginábamos que llegaría una alternativa para protegernos, pero que también facilitaría la relación con los demás.
Porque sí, no lo vamos a negar, las mascarillas nos lo están poniendo difícil a la hora de hablar y de respirar. El no ver la boca complica mucho los diálogos, el tratar de pasear hablando a la vez es una prueba de esfuerzo grande para nuestros pulmones y la peor parte se la llevan las personas sordas. Estas están viviendo un auténtico infierno por no poder leer los labios.
Ante todos esos problemas se ve como solución lo que HMCARE, una startup suiza, ha ingeniado para que llevemos mascarillas, pero no perdamos capacidad de expresión. Su invento, una mascarilla transparente que han bautizado como HelloMask viene a revolucionar este producto que ahora es la estrella a la fuerza en el mercado.
A diferencia de otras mascarillas transparentes de plástico que han surgido a lo largo de este tiempo, HelloMask no solo nos deja la cara al descubierto, sino que con ella podemos respirar porque tiene la ventaja de que es transpirable y biodegradable mientras que las de plástico dificultan todavía más esta función, generando una mayor sensación de ahogo.
Esto se debe a su tipo de tela, fabricada a partir de fibras de polímero derivadas de biomasa que están a solo 100 nanómetros de distancia y eso hace que cada mascarilla cuenta con tres capas para conseguir por un lado protegernos de los virus, pero por otro nos deja respirar con libertad y eso ya es mucho ganado.
Por lo que no nos tenemos que arrepentir de haber comprado durante la cuarentena muchos pintalabios porque con esta mascarilla transparente vamos a poder enseñar morros sin saltarnos las normas. Eso sí, se espera que las primeras que lleguen al mercado sean en 2021 y, mientras tanto, tocará seguir con la nariz y boca tapadas.
Con todo el boom mascarillas que estamos viviendo ahora, podríamos llegar a pensar que esta empresa suiza ha hecho a la carrera esta solución de mascarilla transparente para dejarnos ver bien las caras. Sin embargo, este proyecto no ha nacido como respuesta al coronavirus, aunque le veamos en este momento más sentido que nunca.
La idea surgió durante el brote del ébola en 2015 para dar una solución a las enfermeras que estaban cubiertas de la cabeza a los pies y a las que no había forma de ver en ellas ninguna expresión. Por eso tenemos que tener claro que cuando lleguen estas mascarillas transparentes serán primero para el personal del sector sanitario y luego saldrán a la venta para el resto.