La madrugada del día de Año Nuevo, los agentes de la policía local de Cehegín, un pueblo de unos 15.000 habitantes situado al noroeste de la Región de Murcia, recibieron una llamada desde el centro de salud de esta localidad: los sanitarios y el vigilante de seguridad privada que trabaja habitualmente allí no podían contener a un hombre que se había autolesionado dándose mordiscos y que estaba chupando la sangre que brotaba de las diferentes heridas que se había autoinfligido.
Según cuenta El Español, una patrulla de la policía local se desplazó al centro de salud para impedir que este joven de 30 años se siguiera autolesionando y para contenerlo con el objetivo de que los sanitarios pudieran hacer su trabajo y curarle las numerosas heridas que presentaba en los brazos y las manos. En el vídeo que adjunta dicho diario, el hombre no lleva puesta la camiseta, su pantalón está lleno de sangre y se mueve por la sala del centro médico dejando un reguero de sangre a su paso.
En el vídeo, se pueden ver las diferentes heridas que presenta el joven en los brazos y las manos, donde se acumula una gran cantidad de sangre que le mancha también el pecho. Se aprecia al hombre lamiendo su propia sangre, profiriendo gritos y haciendo caso omiso a los agentes, que intentan reducirlo para que se tranquilice y que así deje de autolesionarse.
Finalmente, fuentes de la investigación le contaron a El Español que la policía tuvo que atar al paciente para que los sanitarios pudieran curarle las heridas. "No fue detenido porque nadie interpuso denuncia y el problema es que lo único que hizo fue morderse a sí mismo, de modo que los médicos le curaron, le dieron algún tranquilizante y le dejaron a disposición de la familia", han asegurado fuentes de la investigación al mencionado diario.
El joven, tal y como cuenta El Español, no llegó por su propio pie a las instalaciones del centró médico de Cehegín, sino que lo llevó allí su familia al ver que estaba dándose bocados y que parecía no ser consciente de lo que estaba haciendo. "El chico iba bajo los efectos de alguna droga, se provocó sus heridas y su reacción era comerse su propia sangre", han declarado fuentes de la investigación al mencionado periódico.
Todavía se está estudiando qué droga podría haber consumido este joven, aunque los agentes apuntan a un "posible caso de droga caníbal". Esta sustancia, conocida como MDPV, es diez veces más potente que la cocaína y tiene la apariencia de sales de baño. El Plan Nacional sobre Drogas la incluyó en su listado en 2011 como una droga emergente y está considerada como un derivado de las anfetaminas por su composición química y su capacidad alucinógena.
Además de las alucinaciones que provoca y que hacen que la persona que la haya consumido se autolesione para intentar devorarse, esta droga sintética tiene otros efectos sobre el cerebro y el cuerpo, ya que puede dar lugar a una gran excitación del sistema nervioso, taquicardias, palpitaciones e hipertensión.