Greta Thunberg es ya un icono en la lucha contra el cambio climático y es probablemente la activista más conocida en la actualidad. Conseguir un planeta 'más verde' es solo una de las causas por las que pelea esta joven sueca, ya que también se ha manifestado partidaria del movimiento feminista y ahora se ha mostrado a favor del reparto equitativo de vacunas contra el coronavirus.
Sus discursos tienen un gran alcance y acaparan la atención de los medios, como ocurrió cuando habló en la Cumbre del Clima en la ONU en 2019 o como pasa ahora con sus palabras ante los directivos de la Organización Mundial de la Salud, que la han invitado a hablar en una de sus ruedas de prensa. Thunberg se ha mostrado tajante: las personas "más vulnerables", las que están más expuestas y luchando en primera línea contra el virus deberían recibir la vacuna cuando antes, sin importar si viven en un país rico o pobre: "Es lo más razonable que se puede hacer".
Además, ha comunicado que su fundación ha donado 100.000 euros al programa COVAX, cuyo objetivo es financiar la compra de vacunas para los países de ingresos medios y bajos, para los que es más difícil acceder 'al mercado farmacéutico', ya que no pueden competir con la enorme cantidad de dinero que puede pagar la Unión Europa, Israel o Estados Unidos para adquirir vacunas con las que proteger a sus ciudadanos. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se lo ha agradecido a través de Twitter:
Thunberg también ha aprovechado su altavoz mediático para lanzar una petición a los países ricos: que compartan sus vacunas una vez que ya hayan inmunizado a la población vulnerable y que no miren hacia otro lado en "la tragedia que supone la desigualdad en las vacunas". La activista considera "completamente inmoral" que se esté vacunado a personas jóvenes y sanas en países ricos cuando hay miles con mayor riesgo de contagio (sanitarios, enfermos) en naciones pobres.
La joven ha reiterado que cree que el reparto de vacunas es "una prueba moral" para los países con mayores ingresos: "Necesitamos actuar con solidaridad y utilizando el sentido común. La única decisión moral y correcta que se puede tomar es dar prioridad a los más vulnerables, sin importar donde viven".
A raíz de sus declaraciones, le han preguntado a si apoyaría una manifestación para pedir a los más jóvenes que no se vacunen y que esas dosis sean donadas a países pobres. La activista ha explicado que esa propuesta no es una buena idea, ya que generaría otro debate muy distinto: que no hay que vacunarse si se es joven. "Si empezamos a pedir a los jóvenes que no se vacunen, se estaría transmitiendo un mensaje equivocado. Por supuesto, todos a los que se les ofrezca la vacuna deberían recibirla", ha dicho Thunberg.