El coronavirus no es ajeno a nadie. No entiende de edades ni de famosos. El COVID-19 no hace distinciones. Y ahora la última que ha reconocido en su Instagram que podría haberlo pasado es la activista Greta Thunberg. En su caso no tiene una seguridad cien por cien porque no se ha hecho la prueba, que lo determine, pero por sus síntomas es "muy probable" que haya sido uno de los casos que lo ha pasado con menos dificultades. Ante la duda, Greta ha hecho lo más responsable: aislarse para romper la cadena de contagios.
Recientemente Greta había vuelto de un viaje por Europa Central. A su llegada es cuando empezó a notarse síntomas: "Tuve tos, dolor de garganta, escalofríos y cansancio, pero en Suecia no puedes hacerte test si estás bajo tratamiento médico", señala la joven. No le habría dado más importancia a todo esto de no ser porque su padre con el que había viajado, presentaba un cuadro similar, pero en mayor grado. Ella reconoce que "no se llegó a sentir enferma", pero entendió que esta pelea con el virus se tiene que jugar desde casa y aislada porque los efectos en unos y otros son muy diferentes.
Eso es lo que ahora más preocupa a Greta Thunberg. Lo que le ha pasado a ella, lo está viviendo mucha gente. El sentirte con un leve malestar que podrías asociar a cualquier otra cosa y el seguir haciendo vida normal. Sin prueba y sin positivo, muchos son los que se confían y no toman todo lo serio que deberían la cuarentena. Para ellos, los más jóvenes, los que como ella no notan apenas los síntomas, para ellos va su mensaje:
"Pueden tener el virus y no mostrar apenas síntomas, por lo que pueden transmitírselo a personas en grupos de riesgo. Eso es lo que resulta realmente peligroso". Y con el altavoz que tiene y que la ha convertido en una de las caras más reconocidas en el planeta, Greta esta vez ha hecho un llamamiento a los jóvenes para que se movilicen. En esta ocasión no es por el cambio climático, pero también es para que los más jóvenes tomen conciencia.
No solo se une al grito de todos para acabar con el coronavirus de 'quedarse en casa', sino que apela al papel de los jóvenes en esta grave crisis sanitaria: "Tenemos una enorme responsabilidad, nuestros actos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas". A su juicio, lo que hay que hacer es "escuchar a los expertos" y no ser egoístas. Todos queremos compañía, pero ahora es tiempo de aislamiento.