De la cuarentena en casa, hay unos que han salido más beneficiados que otros. Nuestras mascotas celebran que pasemos ahora con ellas más tiempo. No hay mal que por bien no venga para nuestros gatos o perros. En unos casos se convierten en nuestro único acompañante de encierro y, salvoconducto para salir a la calle y, en otros, tienen que convivir con toda la familia. Una estampa muy bonita, de no ser porque hay que estar en permanente alerta. No podemos olvidar ciertos cuidados para no correr riesgos.
Del coronavirus todavía hay mucho por aprender. Se sabe que es muy contagioso y que puede afectar de muy diferentes formas a las personas. También se nos ha dicho que no hay evidencias científicas de que los animales nos puedan transmitir el COVID-19, pero eso no quita que bajemos la guardia. Los expertos están pidiendo prudencia porque: ¿y si estamos dentro del grupo de pacientes asintomáticos y no lo sabemos? ¿Cómo hay que actuar entonces y cuidar a nuestros perros?
La OMS ha sido clara: hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, gato o cualquier animal doméstico pueda transmitir el coronavirus. A ellos no les afecta y no habría que preocuparse por eso, pero sí hay que estar alerta por la forma de contagio y el papel que pueden representar en la cadena.
Si el virus se contagia a través de pequeñas gotas cuando alguien habla, estornuda o tose y pueden caer en cualquier superficie, también pueden estas llegar a nuestros perros y gatos. A ellos no les afectará, pero pueden actuar como vehículo de transmisión. "Digamos que funcionarían como una mesa en la que ha caído restos de saliva de una persona infectada, un bolígrafo o cualquier otro objeto", nos dice Beatriz Cobo García, veterinaria en una clínica de Benavente (Zamora).
Ella se suma a lo que dicen el resto de expertos: es evidente que hay que lavarse bien las manos antes y después de estar en contacto con ellos, pero hay que ser más estrictos con otros cuidados en caso de encontrarse mal, sospechar que se puede tener coronavirus o haber dado directamente positivo en la prueba.
Ahora mismo el tener un perro es tener un tesoro. Un bien preciado que nos permite salir al exterior sin saltarse las normas. Por eso a lo largo de estos días hemos visto cómo algunos han sacado a su mascota cuatrocientas veces fuera y, los que no tienen ya se han preocupado de la manera de tenerla.
Hay gente que se ha tomado en serio la posibilidad de alquilar un animal para poder cobrarse su paseíto diario. En eso la norma es clara: no está permitido, ni tampoco el hecho de darse los paseos acompañados. Y todavía es más restrictiva la norma en caso de tener dudas de que podamos estar contagiados por coronavirus.
Los expertos veterinarios piden en esos casos dejar a los animales de compañía al cuidado de otras personas además de tomar otras medidas para evitar los contagios. Estas pasarían por la desinfección de la correa, cambiar el comedero y bebedero por otros nuevos y evitar todo contacto.
Además en caso de dar positivo, la persona tendrá que cumplir con el aislamiento más estricto. Esto incluye el no tener contacto con sus perros o gatos y, por supuesto, la prohibición de salir fuera. Eso va para los aficionados a los paseos…
La cosa cambia en el cuidado de nuestros perretes y gatos cuando la persona que está afectada por el coronavirus no tiene ninguna forma de ayuda. Nadie puede quedarse con sus mascotas de forma temporal en lo que dura su recuperación. Ante eso, no nos desesperemos. Se puede estar con ellos si no hay más remedio, pero hay que seguir una serie de medidas de precaución.
"Si tú estás infectado y tienes animales tienes que usar una mascarilla y unos guantes de protección cuando vayas a estar en contacto con ellos", nos explica Beatriz. No por el temor de contagiar a los animales. La veterinaria incide en que es: "Porque puedes dejar una carga viral en él importante si estornudas y toses encima que puede terminar contagiando a más personas".
Lo ideal sería que la persona que se tenga que encargar de su paseo tenga a los perros en su casa, pero sino que acuda puntual y debidamente protegido a sacarlos. Y, "aunque nos encante dar besos a nuestros animales, ahora no es momento de darlos", puntualiza esta experta veterinaria.
La expansión del coronavirus también ha afectado a la forma de proceder en las clínicas veterinarias. Estas siguen abiertas, dado que son un servicio de primera necesidad para el cuidado de las mascotas, pero han adaptado sus horarios. La mayor parte abre ahora solo por las mañanas para intentar paliar los efectos de esta crisis sanitaria y hay un estricto protocolo de entradas y salidas para atender a los perros y gatos.
Por lo pronto y tal como nos cuenta Beatriz que operan en su clínica veterinaria de Benavente: "El dueño no puede pasar a la consulta para reducir el posible contagio entre personas". Y, ellos están utilizando en todo momento guantes de protección y una mascarilla y, siempre en la medida de lo posible, manteniendo las distancias de seguridad.
También se está obligando a cerrar las citas por teléfono para atender cualquier emergencia veterinaria. Nadie puede presentarse sin avisar y una vez que alguien dentro haya sido atendido con su mascota, se procederá a desinfectar las zonas comunes, tal como estipula de norma general el Colegio Oficial de Veterinarios.
Hay que repetirlo. Nunca estará de menos. Los perros no contagian el coronavirus, pero el miedo es libre y la Real Sociedad Canina de España nos ha dado un toque de atención de lo que podría pasar en España por imitación de lo que se ha visto en Italia o China. El pánico por el COVID-19 ha hecho que aumenten los abandonos.
Resulta preocupante que se lleguen a tomar ese tipo de decisiones y los propios veterinarios son los que están queriendo concienciar para que nadie abandone a su fiel amigo ante estas dramáticas circunstancias.
"Puede sonar un poco brusco, pero es real y la gente tiene que saberlo. En realidad ahora mismo un niño como medio de contagio es mucho más peligroso que una mascota. Los niños sí que se sabe que actúan como portadores asintomáticos y los animales hasta el momento no son portadores asintomáticos ni se pueden infectar de coronavirus. Nos deberían dar más miedo los niños que las mascotas y no creo que nadie abandone a los más pequeños. Eso es aplicable también para nuestros fieles amigos", nos dice Beatriz sobre un problema que también ha preocupado al propio coronavirus:
Hay que tener claro que a pesar de este grave situación de la que saldremos, la vida sigue y, aunque ahora no podamos salir de casa para comprobar la alegría con la que nuestras mascotas nos reciben, ellas están con nosotros pasando la cuarentena, nos siguen necesitando y las tenemos que cuidar lo mejor posible.