El pasado mes de junio una nueva teoría del estadounidense Paolo Tagaloguin el 21 de junio se acabaría el mundo por una interpretación del calendario Maya. Y es que, este científico defendió que según un error de cálculo ese sería el día definitivo en el que los Mayas situaban el fin del mundo y no el 21 de diciembre de 2012, como se creía hasta el momento. Pues bien, esperamos a que llegase ese día (después de todo lo que ha pasado este año ya nos esperábamos cualquier cosa), pero como veis aquí seguimos, así que no pasó absolutamente nada.
Parece que no paramos de buscar y preguntarnos qué día se acabará el mundo. Una nueva teoría pospone este momento al próximo año 2021. Ahora sí que sí, un rabino israelí asegura que esta fecha es por fin la buena, ya que ha descubierto una profecía secreta en un supuesto código oculto en la Torá judía (también denominado código de la Biblia o código de la Torá), que relata lo que pasará en un futuro.
Es más, lo que realmente da que pensar es que la fecha descubierta en esta profecía oculta entre las páginas del levítico del Antiguo Testamento coincide con la de las primeras interpretaciones de la teoría Maya, que decían que el mundo se acabaría el 21 de diciembre de 2012. Esta fecha la desmintió y corrigió un científico estadounidense, según el cual, por un error de cálculo se habrían dejado de sumar 11 días por año, lo que daría como resultado el día 21 de junio de 2020, día en el que tampoco pasó nada... Así que, ¿y si la fecha original no estaba mal y el problema era el año? Es mucha coincidencia, ¿no?
El rabino que ha dado a conocer a través de su canal de YouTube esta nueva fecha para el fin del mundo es Matityahu Glazerson, un experto del código de la Torá. Pero, ¿qué es esto del código de la Torá y por qué fiarnos de él?
Estos textos se han interpretado desde la Antigüedad con mucho cuidado, ya que muchos teólogos afirman que entre sus líneas se encuentran mensajes ocultos. Es más, algunos especialistas afirman y "demuestran" (con pruebas un tanto dudosas) que muchos de los grandes acontecimientos que han tenido lugar a lo largo de la historia estaban escritos en estos códigos ocultos. Algunos de estos eventos serían el Holocausto, la aparición del SIDA, los atentados del 11 de septiembre, el coronavirus e incluso la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América.
Existen diferentes maneras de conseguir interpretar lo que dicen estos códigos que supuestamente esconde la Torá. Una de ellas corresponde a franjas diagonales a lo largo del texto, o en columnas en el texto original en hebreo. Estos se conocen como secuencias de letras equidistantes y para leerlos es necesario escoger un punto de partida (cualquier letra) y una distancia (un número, preferentemente negativo).
Entonces, comenzando en el punto de partida, se seleccionan letras del texto equidistantes, separadas por el número que se haya elegido para la distancia. Por ejemplo, en la frase: entre cojos osados, las letras en negrita leídas de izquierda a derecha, separadas por una distancia de 4 letras, formarían la palabra ECOS.
La segunda forma en la que pueden estar dispuestos estos mensajes se conoce como Cilindros de Código, estos se descifran leyendo franjas verticales en el texto que forman palabras.
Lo más sorprendente es que toda esta teoría del código de la Torá está respaldada por una legión de expertos en informática y matemáticas que se dedican a estudiar textos antiguos y religiosos en busca de claves o secretos que revelen cómo acabará la vida en el planeta.
Todo esto no acaba aquí. Que se acaba el mundo el 21 de diciembre de 2021 no es lo único que afirma haber descubierto este rabino. Sino que también asegura que otra de las profecías contaba que Irán está desarrollando una poderosa arma nuclear, que estará lista a finales de este 2020.
Así que nada, cuando creíamos que este año no nos podía traer más sorpresas llegan estas noticias desde Israel. Como no podemos hacer nada para impedir este posible fin del mundo, una vez más esperaremos para descubrir si al fin esta teoría es la acertada. Si lo es, lamentablemente, ya no estaremos por aquí para contarlo.