Las fotos de Ester Expósito acumulan millones de 'likes' en Instagram, sus seguidores no paran de crecer, los comentarios en sus publicaciones llegan desde cualquier parte del mundo... Pero detrás de este enorme éxito en las redes sociales también hay una parte oculta que la actriz de 'Élite' se guarda para sí misma, tal y como ha explicado en una entrevista concedida a la revista Elle, donde ha hablado sobre su relación con Instagram y en la que ha repasado los mejores y peores momentos de su vida.
Ester ha confesado que lo pasó especialmente mal durante su etapa en el instituto, ya que no le gustaba nada estudiary prefería fantasear con iniciar una carrera como actriz y comenzar a trabajar. De hecho, sus primeros papeles en televisión los consiguió cuando tenía 16 años e iba a 4º de la ESO y fueron apariciones episódicas en dos series que se emitían en cadenas generalistas, 'Centro médico' y 'Vis a vis'. Pese a comenzar a trabajar muy pronto, la madrileña terminó sus estudios de bachillerato, tal y como le habían pedido sus padres.
Terminar sus estudios en el instituto se convirtió en un infierno para Ester, que "no encontraba motivación para estudiar" y que describe esa época como uno de las más duras y tristes ("de tocar fondo") de su vida. "Lo pasaba fatal porque me aburría [...] Era incapaz de concentrarme [...] Tenía tantas ganas de trabajar, de hacer lo que a mí me gustaba...".
Lo peor para ella eran los períodos en los que le tocaba sentarse a estudiar porque llegaban los exámenes: "Convivía con ansiedad y no podía concentrarme, era imposible". No obstante, Ester no repitió ningún curso, pese a lo mal que lo estaba pasando: "Al final conseguí aprobar, pero fueron unos años muy complicados". Además, está muy agradecida con sus padres por animarla a seguir hacia delante y resalta que siempre le acompañó su "determinación para salir de las dificultades": "Yo siempre he tenido claro que no iba a parar hasta conseguir dedicarme a esto".
Ester también define esta etapa como una de las peores de su vida porque "no tenía amistades genuinas, verdaderas": "Me encontraba un poco perdida". No obstante, la actriz ha explicado que también hubo momentos buenos en su infancia y adolescencia, especialmente cuando viajaba con sus padres, a los que adora, pues siempre han sido un gran pilar para ella.
En la entrevista con Elle ha hablado también sobre su relación con Instagram, una red social donde es muy seguida pero donde ha explicado que no puede presentarse al mundo tal cual es, ya que allí no va a compartir ni sus mejores momentos ni los peores: "La vida de una persona y lo que vive en el día a día, tanto lo bueno como lo malo, no puede estar plasmado en unas fotos".
La actriz suele mostrar fotos de los eventos a los que acude, de sus cambios de look, de su novio, el actor Alejandro Speitzer... Pero explica que todas esas cosas que comparte en las redes no la definen: "Los perfiles son solo una composición de fotos que hablan de una parte de tu vida, un escaparate… Pero no me define. No me limita. Hay mucho más detrás de eso, mejor y peor".