Los organizadores del festival de Eurovisión 2022, que este año se celebrará en Turín (Italia) del 10 al 14 de mayo, han anunciado que este jueves 7 de abril se pondrán por fin a la venta las entradas para el certamen. Es la primera vez en más de una década que los tickets para ver en directo el show musical más longevo de Europa salen a la venta a poco más de un mes de su celebración, motivado principalmente por la pandemia del coronavirus.
La otra sorpresa (aunque algunos ya lo sospechaban) es el alto precio de las entradas. Al menos, las que van dirigidas a los seguidores pertenecientes a los clubs de fans oficiales de Eurovisión. Todos ellos tienen, como cada año, la oportunidad de adquirir packs con las entradas para las semifinales y la final del concurso. Dicho lote de entradas solía oscilar otros años entre los 300 y los 600 euros, aunque en la edición de 2019 celebrada en Tel Aviv (Israel), la cuantía llegó a estar por encima de los 900 euros en el caso de las mejores entradas.
Los tickets de este año tampoco van a ser baratos. El pack con asiento para las semifinales y la final tendrá un precio de entre 550 y 850 euros. Las entradas más baratas tienen, además, una visibilidad reducida. Y aquellos que quieran ver el show de pie frente al escenario tendrán que hacer frente a un coste de... ¡casi 1.000 euros! Los precios para los ensayos de jurado, que se celebran 24 horas antes de las galas televisadas, sí tendrán un precio más asequible aunque en dichos shows no se resuelve quiénes se clasifican para la final o quién gana el concurso.
A cuatro días de ponerse a la venta, todavía no se ha desvelado qué precio tendrán las entradas para el público general, aunque se presupone que también será alto. Para la final de Rotterdam 2021, los precios oscilaron entre los 89,75 y 249,75 euros. Un buen mordisco al bolsillo que no todo el mundo puede permitirse.
Esto ha hecho que los eurofans reaccionen con enfado, y algunos con algo de humor, al precio abusivo de las entradas. La mayoría tendrá que resignarse a seguir un año más el concurso a través de la televisión y no ver a Chanel en directo pelear por el micrófono de cristal.