Chanel volvió a ilusionar este sábado a todo un país tras lograr un histórico tercer puesto en la final del festival de Eurovisión 2022 que se celebró en Turín (Italia). La cantante, de origen cubano, consiguió el apoyo del jurado y del televoto con su interpretación de "SloMo" y sumó 459 puntos, la mayor puntuación histórica que ha recibido España en sus más de sesenta años de participación.
El tercer puesto se convertía también en el mejor resultado para España desde 1995. Aquel año, nuestra representante Anabel Conde se llevó la medalla de plata en el festival. Chanel se quedó a muy pocos puntos de igualar ese gran resultado, puesto que el británico Sam Ryder sumó 466.
Pero, ¿quién fue esa participante que estuvo a punto de llevarse el festival para España aquel año? Su imponente actuación, con una interpretación vocal perfecta y una fuerza desbordante, permitió a la joven andaluza Anabel Conde eclipsar el concurso y quedarse a sólo unos puntos de un triunfo que se anotó Noruega. Sin embargo, su posterior carrera musical no estuvo a la altura de las expectativas que se generaron en torno a ella.
Anabel llegó al concurso por casualidad y sin esperarlo. "Yo había grabado una maqueta con una discográfica que después echó a varios directivos. Con uno de ellos me cambié a una compañía pequeñita, y fue precisamente esa discográfica quien presentó la maqueta a TVE", recuerda la cantante a este periodista. La maqueta fue enviada en 1993, pero el teléfono no sonó hasta dos años después. "Yo me enteré de que había sido elegida para representar a España en Eurovisión mientras veía en mi casa una película. Yo ni sabía que habían presentado la maqueta. Mi madre entró llorando diciéndome que me habían elegido", asegura Anabel.
La andaluza tampoco sabía que había sido seleccionada con la canción 'Vuelve conmigo'. "Yo había grabado cuatro canciones y no imaginé que habían elegido ese tema. No era mi favorita, de hecho. Yo hubiera elegido otra, aunque ahora pienso que era la mejor de las cuatro opciones", rememora. Con sólo 19 años, Anabel viajó a Dublín a cumplir su sueño pese a que pocos apostaban por ella. "En mi discográfica me dijeron que iba a quedar muy mal", confiesa. Llegó a la capital irlandesa última en las apuestas, pero tras los ensayos la candidatura española comenzó a crecer y en los pasillos ya se hablaba de ella como una potencial ganadora.
La actuación salió redonda y, durante las votaciones, Anabel se dio cuenta de que iba a quedar muy bien. Algo que inquietó a TVE, que no estaba preparada para ganar y encargarse del festival el año próximo. "Desde Madrid llamaban nerviosos preguntando si íbamos a ganar" admite Anabel. Resulta curioso la diferente actitud que ha tomado TVE sobre sus opciones de llevarse el concurso. Hace treinta años, la cadena pública parecía tener un miedo atroz a ganar y ahora incluso se ofrece a acoger el festival si Ucrania, ganadora de Eurovisión 2022, no puede hacerlo por su guerra con Rusia.
Pese a su segundo puesto, la trayectoria musical de Anabel Conde no continuó por la senda de los éxitos. La caída en desgracia de su discográfica unido a las pretensiones deshonestas que sufrió por parte de un miembro de la industria dieron al traste con sus expectativas. Ahora, Anabel es ahora una feliz profesora en su tierra natal, Fuengirola, y sus alumnos no dejan de pedirle que ponga en clase esa actuación que le permite seguir siendo historia viva de España en Eurovisión... y nuestro mejor resultado desde entonces.