La campeona olímpica francesa de 27 años Margaux Pinot ha denunciado a su pareja, el exjudoca y antiguo entrenador de la selección femenina de Francia Alain Schmitt por propinarle una brutal paliza el sábado por la noche cuando ambos se encontraban en su domicilio. Pinot participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, obteniendo una medalla de oro en la prueba de equipo mixto.
La judoca francesa ha compartido en su perfil de Instagram una fotografía posterior a la paliza en la que se pueden ver en su cara los golpes que recibió. Además, esta imagen va acompañada de un texto en el que Margaux Pinot relata su versión de los hechos.
La deportista denunció al que era su pareja, pero este ha quedado absuelto por falta de pruebas. La absolución fue pronunciada el martes por el Tribunal Correccional de Bobigny, el cual dijo no tener evidencias suficientes que demostraran su culpabilidad. Fue a raíz de esta resolución que Margaux publicó en su perfil de Instagram la fotografía de su cara destrozada por los golpes y contando lo que había ocurrido.
"Durante la noche del sábado al domingo fui víctima de un asalto en mi domicilio por parte de mi pareja y entrenador", empieza diciendo la judoca que relata muy detalladamente lo ocurrido, cabreada al conocer que Schmitt finalmente ha quedado en libertad.
"Fui insultada, golpeada, mi cabeza golpeó el suelo varias veces. Y finalmente estrangulada", continúa diciendo la joven, que asegura que tuvo que refugiarse en casa de sus vecinos y fueron ellos los que llamaron inmediatamente a la policía después de que Margaux les contara que Schmitt le había agredido: "Pensé que estaba muerta".
Además, la joven ha relatado cuáles son las lesiones que ha sufrido por culpa de los golpes: "Tengo varias lesiones, incluida una nariz rota y 10 días de interrupción temporal del trabajo". A pesar de ello, "hoy los tribunales han decidido ponerlo en libertad".
"¿Qué valor tiene su calumniosa defensa contra mis heridas y la sangre esparcida por el suelo de mi apartamento?", se pregunta Pinot. "¿Qué faltaba? ¿Mi muerte al final, quizás?", la deportista consiguió huir a tiempo y sobrevivir, pero ni las heridas y moratones de su rostro ni la sangre esparcida por su casa han sido pruebas suficientes para condenar a Schmitt.
"Probablemente fue el judo lo que me salvó. Y mis pensamientos también están con aquellos que no pueden decir lo mismo", asegura Margaux que es consciente de que no todas las mujeres tienen la misma fuerza que ella o técnica para conseguir quitarse de encima a sus agresores.
Alain Schmitt tampoco ha querido quedarse callado tras su absolución. El entrenador ha concedido una entrevista al medio deportivo francés L'Équipe en la cual ha pedido que se respete la decisión judicial.
"Estoy harto de las calumnias. Pensaba que una vez que se pronunciara la justicia me dejarían tranquilo. Pero no se detiene, en los medios, en las redes sociales. Recibo mensajes de intimidación, amenazas de muerte", declaró el también deportista Alain Schmitt que asegura que él jamás le haría daño a una mujer.