Hay muchos animales que buscan un hogar tras ser abandonados por sus anteriores dueños (el número de abandonos aumentó con el desconfinamiento en los meses de mayo y junio), es por esto que cada vez más quienes quieren tener un animal de compañía no lo compran, sino que optan por otras vías como la adopción. Son muchas las personas que ante la gran cantidad de animales que hay en refugios o perreras deciden echar una mano.
No obstante, no todos nosotros podemos asumir la responsabilidad que supone adoptar un animal. Y es que en este caso, cuando te haces con una mascota mediante la adopción, esta pasa a ser tuya para siempre. Desde el momento en el que firmas los papeles, eres el dueño de este animal y todo lo que tenga que ver con él pasa directamente a ser tu responsabilidad.
Es por esto que, para las personas que no puedan hacerse cargo de un animal para siempre, existen otras opciones como la acogida o el apadrinamiento de animales mediante las cuales puedes ayudar a aquellos que todavía no han encontrado un hogar definitivo, sin ser este el tuyo.
Y es que no puedes tomar la decisión de adoptar una mascota a la ligera, ya que esto lleva consigo una serie de deberes y obligaciones que tienes que cumplir, para los cuales necesitas, además, una serie de recursos que van desde lo económico hasta disponer del tiempo que estos necesitan para pasear o ser cuidados.
Para quienes quieran colaborar con estos animales abandonados, pero no puedan hacerse cargo de ellos para siempre por el motivo que sea, acoger es una gran opción. No obstante, hay que tener claro antes de acoger a cualquier animal que esto es temporal. Por tanto, el animal estará en tu casa hasta que encuentre un hogar definitivo (que puede ser el de la persona que lo acoge o el de cualquier otra).
No todos los animales pasan por un hogar de acogida, pero esto es algo muy común cuando las protectoras no tienen espacio para cuidar a más animales. Es entonces cuando se buscan voluntarios que quieran prestar su casa para cuidar temporalmente de estos animales. Es más, normalmente cuando una persona acude a una protectora de animales con la intención de adoptar, donde primero se le redirige es a las casas de acogida, ya que estos animales tienen prioridad en ser adoptados.
Por muy amantes de los animales que seamos, hay veces en las que tener uno de estos en casa no es una opción, ya sea porque no disponemos de los recursos y el tiempo necesarios o porque vivamos en un piso de alquiler y en el contrato ponga que no pueden vivir en él animales. Y es que este último ejemplo es una situación muy denunciada por aquellos que buscan un hogar que compartir con un animal, ya que esta restricción se da con mucha frecuencia.
Si te encuentras en esta situación, por muy poco dinero puedes apadrinar un animal. Cuando lo hayas hecho podrás ir a visitarlo cuando quieras, podrás jugar con él, sacarlo a pasear y disfrutar de su compañía.
Es más, al igual que sucede con el caso de las casas de acogida, si va pasando el tiempo y tu situación cambia y por lo que sea de repente ya puedes adoptarlo, podrás hacerlo y el animal pasará a vivir contigo.