A finales del mes de julio, se hizo oficial la ruptura entre Rosalía y Rauw Alejandro. Nadie esperaba que, apenas tres meses después de anunciar su compromiso de boda, una de las parejas más queridas del mundo de la música hubiera puesto fin a su relación, pero así fue. Lo poco que se sabe es que Rosalía se citó con Rauw en su piso de Barcelona para comunicarle que lo suyo se acababa de forma radical y, a partir de ahí, ambos separaron sus caminos.
Mientras Rauw daba constantes signos de despecho en sus redes sociales - borró todas sus fotos con Rosalía y eliminó todos sus follows - y escribía una canción en la que le rogaba que volviera con él, ella se encerraba en su estudio de Miami desaparecía completamente de la vida pública. Hasta ahora. Después de un mes y medio de férreo silencio, la cantante ha publicado un álbum de fotos y un reel en el que relata todo lo que ha hecho en este primer verano sin Rauleto.
En la línea de sus publicaciones, la Rosi ha contado lo que ha comido, las excursiones que ha hecho, lo mucho que ha descansado, que se ha saltado el skincare, que ha tomado el sol y ha cocinado y que, por supuesto, ha estado escribiendo y componiendo. Sin embargo, por muy simpáticos que hayan sido sus mensajes, se aprecia el dolor en sus fotografías. Sobre todo, en la de la vuelta del gimnasio, donde se ve claramente lo mucho que ha adelgazado la artista desde que la vimos sobre el escenario en el fin de su World Tour de Motomami.
Además, hay otra foto muy significativa, en la que se la ve con la cara pintada con lágrimas azules, que debió hacer con algún tipo de sérum en su regreso al skincare. Que su llanto sea precisamente azul, el color característico del pelo de su exnovio en los últimos años, no puede ser una casualidad. Su galería ya tiene casi tres millones de likes, pues sus fans estaban deseando tener (buenas) noticias de ella.