El pasado 3 de enero, Elena Huelva falleció de cáncer, tras cuatro largos años de lucha física y mental. Tenía solo 20 años y pasó los últimos cuatro saliendo y entrando del hospital por una enfermedad, el sarcoma de Ewing, de la que no se tienen suficientes datos. Es un tumor que altera el ADN de las células óseas y, por tanto, ataca a los huesos y a su envoltura. Desgraciadamente, es más frecuente en niños y adolescentes y su esperanza de vida sigue siendo muy baja: del 62%, por lo que ganar la batalla a este tipo de cáncer es algo realmente difícil.
La visibilidad del cáncer que hizo Elena en sus redes no solo ayudó a otros pacientes que se encuentran en la misma situación de salud, sino que también funcionó como altavoz para solicitar más investigación contra el sarcoma y, en general, todas las enfermedades que, aún en el siglo XXI, causan una alta mortalidad. Ahora que ha fallecido, es su hermana Emi la que ha tomado el testigo de esta reivindicación científica, para que otros jóvenes en el futuro sí puedan salvar sus vidas.
Por eso, ella misma ha publicado en su Instagram todos los mensajes de químicos, biólogos, investigadores y ensayistas profesionales que, efectivamente, corroboran que en España no se dedica ni el tiempo ni el dinero suficiente a los proyectos científicos de este calibre y, por eso, muchos de ellos se ven obligados a emigrar. "Me tuve que a Reino Unido a encontrar trabajo", "Trabajo de otra cosa que no tiene nada que ver con mi profesión, que era mi mayor ilusión", "Mi hijo es investigador y también se tuvo que ir de España", "Ya no es sólo por la precariedad, es porque en España no hay investigación", son algunos de los mensajes que le han enviado a la hermana de Elena.
La misma exigencia fue la que pidió Ana Obregón en su última y triste carta a los Reyes Magos, donde ya no pedía nada personal porque a ella "no le queda nada en la vida", pero sí en memoria de su hijo Aless, que murió en 2020 por el mismo tipo de sarcoma. Las víctimas de las enfermedades 'incurables' , tanto los fallecidos como sus familiares, claman por una mayor inversión que pueda ayudar a terminar con esta lacra, la del "maldito" cáncer.