Después de publicar el vídeo que acongojó a toda España en las redes sociales, en el que (con un hilo de voz) Elena Huelva anunciaba que su cáncer había empeorado y que se había extendido a la tráquea, la influencer anunciaba este fin de semana con alegría que salía del hospital y volvía a su casa.
Es en su hogar, en su cama, en su habitación con chimenea, con su perra, su hermana y su madre, donde Elena se encuentra mejor y esa sensación siempre será un añadido positivo en su cura y recuperación, puesto que, como ha dicho en Twitter, “aún no ha tirado la toalla”.
Para ella, este mes de diciembre está siendo tan complicado que su empeoramiento sonó a una triste despedida. La sevillana aseguró que ella ya había “ganado”, en alusión a su grito de guerra y esperanza: “Mis ganas, ganan”, por todo el cariño recibido, a pesar de que ése era justo el vídeo que nunca quiso hacer. Hoy, Elena sigue luchando por su vida sin perder la ilusión de una de sus fechas favoritas, la Navidad.
El puente de diciembre es el momento que muchos españoles eligen para decorar sus hogares con los adornos navideños y en la casa de las Huelva es exactamente lo que han hecho. La influencer publicaba varios stories de su árbol declarando que “adora” estas fechas (y parece ser que su perrita también). ¡Y menudo árbol! Todo blanco y lleno de bellotas, pájaros y un emotivo detalle: una bola con el nombre de cada una de ellas, Nora, Emi y Elena.
La influencer que lucha contra el cáncer recibió radioterapia para paliar la extensión del sarcoma de Ewing a la tráquea y comunicó que regresaba a su casa con “todo controlado”. Si bien la familia se prepara para una Navidad complicada, todos la afrontan con ilusión y energía.