Todos somos capaces de tararear alguna canción de Beyoncé pero, ¿nos hemos detenido a comprender sus letras y escuchar sus mensajes? Cuando Elena Herrera Quintana, investigadora interesada en los discursos feministas y antirracistas, tuvo que elegir un tema para su tesis doctoral, se dio cuenta de que una artista llevaba décadas ofreciendo un gran caso de análisis.
Una artista, además, cuya obra no se había estudiado demasiado desde España, porque al ser una diva pop ultramillonaria no parecía digna de interés. El resultado de su investigación se plasma en Beyoncé en la intersección: pop, raza, género y clase, publicado por Dos bigotes, donde Herrera desmonta la concepción “banal y superficial” que a menudo adherimos a las artistas que llenan estadios.
¿Por qué elegir a Beyoncé como objeto de estudio del feminismo y antirracismo actuales?
Beyoncé ha insertado mensajes feministas y antirracistas en su obra, tanto en el uso de samples como de imágenes, iconografías, escenarios, letras etc. La idea con la tesis y con el libro era hablar de esto que ella venía haciendo y ver qué conversaciones se estaban teniendo; cómo nos ayuda su obra a pensar sobre feminismos, pop, antirracismo, música y creación cultural contemporánea.
El pop suele entenderse como un ejercicio cultural menos cargado de discurso. ¿Cómo confronta este pensamiento su carrera?
El hecho de convocar mensajes políticos en su obra nos hace cuestionarnos sobre la naturaleza de estas distinciones que hacemos entre el pop y otros espacios musicales, por ejemplo el del rock, en cuanto a su carácter crítico. En estas posiciones todavía se asume que la cultura pop, en contraposición a la alta cultura, es un espacio apolítico, banal y superficial.
¿Por qué el cuerpo de Beyoncé ha sido tradicionalmente un campo de batalla cultural?
El trabajo de Beyoncé ha dado pie a distintos debates y conversaciones referidas al feminismo o al antirracismo. Las formas en las que ella se expresa con su cuerpo, y cómo esa expresión ha sido leída por distintas audiencias, ha dado pie a comentarios y análisis que entroncan de lleno con esas políticas de la mirada, a menudo atravesadas por lógicas racistas y misóginas.
En el libro hablas de ignorancia blanca. ¿Crees que desde España se ha leído como toca la obra de Beyoncé, desde nuestra estructura cultural y social?
Como viene subrayando el movimiento antirracista y el afrofeminista español desde hace mucho tiempo, en España tenemos una grave situación de racismo y un pasado colonial esclavista poco o nada revisado. Esto influye en la forma en la que, especialmente las personas blancas, percibimos la discriminación racial o étnica.
En este sentido, la comprensión de los mensajes antirracistas en Beyoncé es limitada, y es necesario acudir a los análisis que se están realizando en distintos medios y canales especializados para comprender los diversos aspectos que ella subraya en su obra artística.
Algunas imágenes icónicas de Beyoncé, como el vídeo de Single ladies, o la actuación en la gala de los VMAs con la palabra FEMINIST detrás, ¿crees que no se han comprendido, al menos aquí, de manera completa?
Beyoncé como artista pop no encaja fácilmente en las políticas de credibilidad o autenticidad feminista que a veces se suelen manejar y esto tiene que ver algunas veces con el hecho de ser una artista pop negra.
¿Cómo ha afectado la posición de clase privilegiada de la artista a la recepción de su discurso feminista y antirracista?
Se suele entender que como clase privilegiada no tiene la misma legitimidad que otras voces para hablar de discriminación racial y/o de género. Sin embargo, que las celebridades se alineen con causas políticas no es algo nuevo en el panorama mediático, independientemente del dinero que ganen. Conocemos muchísimos otros casos en los que esto no nos resulta tan molesto como con ella. Pero, además, por pertenecer a dicha clase no deja de estar expuesta a mensajes o comentarios que tienen que ver más con su raza y su género que con su trabajo.
¿Por qué a Beyoncé, como a tantas mujeres, se la suele medir en términos de autenticidad y oportunismo?
La falta de autenticidad se le asume por ser una diva pop, y por todas esas ideas preconcebidas que tenemos en torno a las esferas pop (banal, superficial, etc.). El tema del oportunismo no tiene mucho sentido aquí porque fue casi de las primeras en hablar de feminismo en escenarios mainstream (lo hizo ya en 2014), previo a todas aquellas declaraciones de actrices en galas de premios y ruedas de presa, previo al #MeToo y a toda la escalada de problematización feminista y antirracista que vino posteriormente en determinado ecosistema mediático.
¿Cómo crees que se posiciona su último disco, Renaissance, en su obra y en su discurso?
De momento solo ha publicado el primero de los tres volúmenes que ha anunciado, además estamos a la espera de que publique algún tipo de formato audiovisual, más allá de las fotos. Por tanto, poco podemos decir de la obra al completo. Por el momento, hay bastante acuerdo en subrayar el homenaje a la música disco y electrónica que ha hecho, así como a las culturas LGTBQ+ del voguing y el ballroom.