Ana Peleteiro está en un momento "bisagra de su vida". Desde su embarazo, su adopción y el vínculo con sus padres y la relación tóxica y abusiva que vivió con su exnovio, la medallista olímpica ha analizado los aspectos más íntimos de su, corta pero intensa vida, en una entrevista exclusiva para la revista Glamour, a un mes de vivir una de las experiencias más trascendentales, como es la maternidad.
En plena charla, la atleta de alto rendimiento también dio detalles sobre cómo es su vínculo con su actual pareja, Benjamín Compaoré, también atleta de alto rendimiento y de origen francés, con quien tendrá Lúa. Además de considerarla como "la persona más buena del mundo", su nueva relación ha servido de comparación y la ha devuelto la fe, tras haber vivido a una de las etapas más oscuras gracias a la relación abusiva con su exnovio durante cuatro años.
Todo comenzó cuando Ana estaba viendo el programa de Sindy Takanashi, 'Las uñas' cuando, gracias al haberse sentido identificada con lo que vivió la presentadora, se percató que ella también fue víctima de abuso sexual por parte de su expareja. A partir de allí todo cambió y comenzó un camino de superación gracias a la ayuda de su coach Rebeca y de su familia a la que poco a poco tuvo que ir comunicando lo que vivió.
En relación a cículo familiar, la gallega cuenta en la entrevista que no fue fácil ya que su padre "siempre explotaba cada vez que se hablaba de sexo": "Imagínate explicarle que has salido de una relación super tóxica. Mis padres no entendían nada, sobre todo, por qué nunca les había contado los problemas que había padecido durante esos cuatro años. Mi padre quería matar a esa persona. Luego, quería matarse a sí mismo por no haber sido capaz de verlo y de ayudarme en el momento que lo necesitaba", recordó.
En este plano, hizo hincapié en la reacción de su pareja cuando le contó sobre los abusos que vivió: "Estaba con mi pareja, que preocupado me preguntó qué me pasaba y se lo dije: “Creo que he sufrido abusos por parte de mi ex”, '¿Por qué dices esto?', me preguntó y le empecé a explicar. Benjamín quería darse contra la pared y reventarle a él, sobre todo porque le teníamos a dos plantas en el centro de alto rendimiento donde estábamos", recordó.
En este marco, la medallista olímpica en triple salto, también profundizó acerca de su adopción y el vínculo con sus padres. Profundizó en la perspectiva positiva que ha adoptado a lo largo de los años tras "el haber sido adoptada": "Mi madre me abandonó. Yo podría haber gestionado esto como un drama: mi madre no me ha querido. Si mi madre no me quiere, ella que me tuvo nueve meses dentro, quién me va a querer. Pero no me lo tomé así. No sé por qué lo hizo. Nunca he hablado con ella, ni la conozco, ni tengo necesidad de hacerlo. Ella tomó una decisión y fue la mejor de su vida y de la mía porque gracias a ello conocí a mis padres que son una familia maravillosa", señaló.
Además detalló como ha sido su niñez creciendo en el seno de una familia que le ha dado mucho amor y "las mejores oportunidades": "Me han dado las mejores oportunidades que se pueden dar a una hija, las que mi madre biológica no habría sido capaz. Además, en mi familia nunca fui ‘Ana la adoptada’, ni ‘la negra’… Todo lo contrario, siempre fui la favorita porque era la más pequeña, encima era morenita con el pelito rizado. Mis primos mayores, que me llevan nueve años, jugaban muchísimo conmigo", explicó y añadió a modo de enseñanza, "Todo en la vida se vuelve drama dependiendo de cómo tú lo quieras ver y gestionar", sentenció.