La cantante Katy Perry cumple 38 años en medio de la revolución mediática que ha causado su rebelde ojo derecho. Durante su último concierto, sus fans se quedaron muy preocupados al ver que se le cerraba completamente el párpado y, a pesar de los esfuerzos de la artista por recomponer su ojo, perdió su control durante unos segundos.
En las redes sociales se barajaron todas las posibilidades, a cuál peor: que fuera un principio de ictus, un derrame, una parálisis facial… pero dada la despreocupación con la que hoy, su marido, Orlando Bloom, ha felicitado a Katy por su 38 cumpleaños no parece que sea algo que revista gravedad.
El famoso actor que interpretó a Légolas - con el que, recientemente, Katy fue a terapia de pareja - ha publicado una foto de los dos juntos en Instagram, acaramelados y muy cheek to cheek, y le ha dedicado unas palabras llenas de amor: "Cada vez que damos una vuelta alrededor del sol y podemos celebrarte, me recuerda que en este viaje juntos y, sea cual sea el clima, siempre estoy sonriendo🎂🎉❤️", por lo que, de momento, la alarma por la salud de la reina de los outfit ha quedado zanjada.
Parece que lo que sufrió Katy en el concierto fue un blefaroespasmo, tal y como explicó un doctor a Yasss.es. Estas distonías faciales son bastante comunes y provocan una contracción benigna del párpado, que no tiene una duración concreta y que desaparecen de manera espontánea. Así le pasó a la artistas, que se tocó el ojo hasta tres veces y, una vez que ya vio que se había 'colocado en su sitio', continuó con su espectáculo sin ningún problema.