Cada vez que Jedet protagoniza alguna noticia no deja a nadie indiferente. Su último choque en Internet, a cara de perro, fue con Esty Quesada (Soy una Pringada). La vida sigue, es obvio, y Jedet tiene muchas cuestiones profesionales de las que ocuparse como para caer bajo las mandíbulas prietas de Twitter y las polémicas de cinco segundos de duración.
La mocatriz (por eso de cantante, actriz y lo que le echen) no descansa nunca. Pasó hace algunos meses por las entrevistas de Badoo. Allí, Amarna Miller le interrogó extensamente sobre algunas de las cuestiones fundamentales de su personalidad, y Jedet, que nunca se calla lo que piensa y casi ofrece siempre su cara verdadera a sus fans, confesó uno de los grandes problemas con su imagen: la obsesión con la belleza y los problemas derivados de un trastorno que, en muchas ocasiones, le han amargado las experiencias de la vida y el relativo éxito profesional que está viviendo.
Obviamente, los fans están encantados de cualquier interrogatorio, en la prensa o en alguna plataforma digital, que les permita conocer más de su referente; y una de las curiosidades que más interés suscita es su nombre artístico. ¿Por qué lo eligió? ¿Cuál es el origen de un apodo tan particular?
No hay que irse muy lejos para encontrar la clave de esa elección. En una de las primeras preguntas de una entrevista del pasado enero que le hizo la periodista Luz Sánchez Mellado, Jedet se remonta al instante en que tomó esa decisión, su bautismo de fuego (con un punto iconoclasta, cómo no): "Fue el nombre que elegí a los 12 años", explica. "El mío bautismal era muy largo, cogí alguna de sus letras y formé ese".
Queda claro que, ya desde pequeña, un cierto espíritu activista le atravesaba. Lo más interesante de este punto de la entrevista es cuando Jedet habla del nombre sentido, mucho antes de iniciar su transición y reasignación de sexo.
"Carmen lo elegí para el papeleo del cambio de sexo, como homenaje a las mujeres de mi familia. Mi yaya es Carmen, mi madre, también, y yo quería ser Carmen, pero solo me llaman Carmencita o Carmela las personas de mucha confianza".
Con todo, ella no se define como activista, como aclara repetidamente en la entrevista. "Me han etiquetado así, pero nunca lo he sido. Simplemente vivo la vida como quiero. Si hubiera nacido mujer, haría lo mismo. Si mi presencia en los medios ayuda, bienvenida sea; pero decir que soy activista trans desmerece a los verdaderos activistas".
Entonces, ¿el nombre de Jedet es una elección aleatoria, íntima y solo para buscar un lugar donde sentirse en casa, o tiene un origen más profundo? Según la actriz y cantante, el descubrimiento sobre el verdadero origen de su nombre lo hizo mucho más tarde, de pura casualidad.
Al parecer, las siglas son la raíz de una palabra de origen bíblico. Debió de quedarse en shock cuando descubrió su significado. "Renacer; destruir para volver a construir". Este giro no lo veníamos venir. De elegir un nombre a descubrir que significa mucho más de lo que piensas; que puede hablar de cuestiones fundamentales sobre tu identidad; que puedes reconocerte en él, como si entraras en una nueva casa donde quedarte para siempre. Menudo viaje.
De hecho, estas siglas también tienen un significado en el ámbito de la numerología. Según el portal significado.es:
J: contiene rasgos de "inteligencia, espontaneidad. Un deseo de justicia y la búsqueda interminable de conocimiento".
E: significa, entre otras, "curiosidad", "estar alerta", "a veces puede mentir para lograr sus objetivos".
D: "fuerte sentido de la justicia, patriotismo, determinación", "necesidad de ser amado y reconocido".
T: "Ayuda a promover el conocimiento en todas las cosas, ampliación de conciencia. Fuertes intuiciones que aumentan su sensibilidad. Expresar su imaginación poética, creación, entusiasmo y curiosidad. Nuevas visiones de las cosas, renacimiento espiritual. A veces confusión entre el sueño y la realidad".