Harry Styles triunfó el pasado fin de semana con su único concierto en España dentro de su gira para este año. El cantante británico, actualmente en lo más alto de las listas de éxitos con su single "As it was", logró llenar el Wizink Center para regalar a sus fans un show lleno de fuerza y alegría. "¡No me creo que esté viendo a Harry Styles!", "¡estoy llorando!", "¡estamos respirando el mismo aire que él!", decían sus fans. Sin embargo, no todos pudieran disfrutar del concierto como esperaban.
Decenas de seguidores del artista se quedaron a las puertas al haber comprado entradas invalidadas. "Ha habido gente que ha vendido la misma entrada falsa a muchísimas personas y cuando hemos ido a entrar, nos han mandado a incidencias", se quejaba una fan. Una situación muy desagradable, sobre todo por la importante inversión económica que habían hecho algunos para ver a Harry Styles en directo. "Vengo de Mallorca para verle y me he quedado en la calle", aseguraba una joven. "Yo he pagado trescientos euros. Con mis amigos, en total, hemos pagado quinientos cuarenta. Y no vamos a poder entrar", decía otra.
Los fans, desesperados al verse privados del show, llegaron incluso a bajar al garaje del recinto para intentar escucharle, aunque la seguridad no se lo permitió y les invitó a irse. "Para nosotros, Harry es nuestra vida. Hemos querido venir al garaje para escuchar algo, pero nos echan", aseguraba una de ellas.
Originalmente concebido para presentar su segundo disco, “Fine Line” (2019), el “tour” de Harry Styles se ha visto pospuesto hasta en dos ocasiones a causa de la pandemia, tiempo en el que la dimensión de Styles como figura musical ha seguido creciendo tras su tercer disco, “Harry's House” (2022), lanzado en mayo con unas críticas sobresalientes. Sus fans estaban deseosos de poder verle en directo, pero algunos se fueron a casa con el mal sabor de boca de haber sido estafados con las entradas y de no haber podido ver a su ídolo sobre el escenario del Wizink.