Cualquiera podría pensar que el bullyng es una lacra en pleno proceso de ser erradicada y que contamos con medios cada vez mejores para atajar este problema social de extrema gravedad, pero lo cierto es que las estadísticas no mienten: el acoso escolar en todas las formas posibles es una realidad en muchos colegios e institutos.
España suspende en prevención y sale muy mal parada en las estadísticas. Es uno de los países europeos donde esta forma de tortura en la infancia alcanza cifras pavorosas. Según el primer Informe Mundial del Bullyng, siete de cada diez niñxs españoles conviven a diario con esta forma de violencia a manos de sus compañerxs. El acoso escolar es una realidad tan palmaria que hasta personas exitosas, de quienes nunca pensaríamos que han podido sufrirlo, tienen historias de terror para dar y regalar.
Todxs estxs famosxs (y los que nos dejamos) sufrieron bullyng cuando eran niños, y por suerte, han vivido para contarlo. En Yasss te contamos el testimonio de Judit, que aún sufre las secuelas.
En una entrevista para el periódico La Nación del año pasado, la cantante argentina (¿quieres saber cómo fueron sus comienzos?) tragaba saliva frente al público y se animaba a confesar que su etapa en el colegio fue una auténtica pesadilla. “La pase muy mal”, explica, “con mucho bullying y situaciones feas. El 2012 fue el peor año de mi vida”.
Su acoso incluyó todo tipo de violencia física y escenas en las que volvía a casa con la cara cortada o llena de moratones. El momento más duro de la entrevista llegó cuando contó que, en cierta ocasión, estuvieron a punto de abusar sexualmente de ella. “Cinco compañeros me llevaron al baño, me agarraron de las manos y las piernas y me empezaron a sacar la ropa. Quisieron abusar de mí. Paso una preceptora, yo estaba gritando. Me salvo que tocaron el timbre [para volver del recreo]. Recuerdo que llegué llorando a mi casa, le conté a mi mamá y al otro día hizo el quilombo de su vida”.
Fue la madre de la cantante norteamericana la que relató en una entrevista para la televisión la infancia durísima que vivió su hija en el colegio. “Stefani era una persona diferente y eso no siempre fue apreciado por sus compañeros. Como resultado, pasó por muchos momentos difíciles. Humillada, burlada, aislada”.
La diva del pop norteamericano, que acaba de ser madre recientemente, tuvo muchos problemas por su color de piel cuando era niña, por ser demasiado blanca.
“Tener una piel más clara no era un problema en mi casa, pero sí en el colegio. El hostigamiento continuó hasta mi último día allí. […] No lo entendía. Yo solo veía a mucha gente de diferentes colores y yo era la más blanca.”
Parece ser que los compañerxs de colegio de Swift tenían la mollera dura y no estaban dispuestxs a aceptar que la cantante prefiriera ir a cantar a karaokes y recitales antes que ir a jugar con ellos. Actuaron en consecuencia y empezaron a aislarla. “El instituto fue complicado porque me vi humillada por el típico grupo de las “chicas populares […] Ellas pensaban que no era lo suficientemente guay o guapa. Dejaron de hablarme. Mis compañeros creían que era raro que me gustara la música country, así que se reían de mí”.
La cantante ha contado en alguna ocasión que se sintió muy sorprendida cuando, años después, encontró a algunas de sus acosadoras coreando algunos de sus temazos en sus conciertos, con camisetas que llevaban su nombre. Al parecer, no recordaban nada de cómo la habían vejado y humillado.
En 2021, los creadores de Paquita Salas le explicaron a Risto Mejide en Chester cómo habían sufrido situaciones extremadamente desagradables a su paso por el colegio, especialmente Ambrossi, quien vivió la peor parte del maltrato y el abuso.
"Yo iba con miedo a clase. A mí de repente me han tirado un diccionario en mitad de clase, o toda la clase se ha puesto de acuerdo para pegarme cuando salía por una puerta, aunque tampoco excesivamente fuerte. Nada como esos vídeos que se han hecho virales de palizas, pero sí acoso”.
El productor, visiblemente afectado, contó también que el bullyng le ha dejado secuelas y heridas que todavía no ha conseguido cerrar. "Creo que, con 33 años, aún no estoy liberado. Estas reivindicaciones que hago en televisión o redes sociales es para recordarme a mí mismo que lo que hago está bien. Necesito recordármelo porque tengo los pensamientos del Opus metidos dentro, porque hay profesores que han permitido que la clase se riese de mí, que pusieran en la pizarra que los gais iban al infierno."