El activismo a favor de la comida sana podría estar perdiendo a uno de sus principales valedores. Carlos Ríos, 'influencer' del nutricionismo y gurú de la alimentación saludable en España, ha sido acusado de pasarse al 'lado oscuro'. El joven, que suma más de 1,5 millones de seguidores en Instagram, ha comenzado a promocionar en sus redes sociales productos como la crema de cacao, croissants, galletas o incluso helados elaborados con ingredientes más saludables. Pero los nutricionistas no lo ven así.
Antes de cumplir treinta años, Carlos ya era una voz potente en el mundo de la alimentación sana y muy temido por las grandes marcas de alimentos y cadenas de supermercados de nuestro país. Estudió Nutrición Humana y Dietética en la universidad Pablo de Olavide de Sevilla mientras vivía con su abuela Rosario, de quien aprendió mucho porque “…de nada te sirve saber qué es una grasa saturada si no sabes cocinar un potaje de legumbres”.
Ríos empezó en redes sociales a criticar infinidad de alimentos procesados, advertencias que calaron hondo entre muchos de sus seguidores. Su auge fue tal que pronto fundó la academia de realfooding.com, mientras su número de followers se multiplicaba semana a semana. Rápidamente se convirtió en un gurú de la comida real, influencer del buen comer y abanderado de las recetas de siempre.
Pero en los últimos meses, su afán de empresario ha comenzado a romper su buen nombre. A inicios de 2021 lanzó su primer producto con el sello Realfooding: un hummus tradicional que la empresa Taste Shukran ya vendía y que Ríos 'apadrinó'. Dos supermercados que habían sufrido su boicot años atrás le ayudaron a promocionar el producto. "Decidimos reformularlo, utilizar el aceite de oliva virgen extra que es más saludable y ponerle la marca 'Realfooding'. Fue una revolución, porque de la noche a la mañana ese producto empezó a venderse mucho más", asegura en declaraciones recogidas por Alimenta+. Después, llegó un gazpacho, un salmorejo... y una crema de cacao. El último 'invento' es un AOVE untable.
Las críticas en redes sociales no se han hecho esperar. Es decir, este nuevo producto es un aceite de oliva virgen extra (AOVE) que se unta como una margarina, pero sin ser margarina. El AOVE untable lleva un 72% de aceite de oliva, al que le han añadido karité.
Además, se ha vuelto a relanzar un producto que ya se vendía hace un año pero con escaso éxito. Lo produce GA Alimentaria, una empresa que, entre otras cosas, es experta en margarinas y que ya sacó este mismo producto hace meses al mercado pero sin lograr el respaldo de los clientes. Ahora, se le ha añadido la etiqueta "realfooding" que gestiona Carlos Ríos.
El doctor en Ciencia y Tecnología de Alimento Miguel Ángel Lureña considera que Ríos está intentando hacer pasar un producto 'healthy' sin serlo. «No es aceite de oliva virgen extra untable, sino una materia grasa compuesta por aceite de oliva y aceite de karité», comenta Lureña en Twitter. Además, sostiene que mientras se produce el procesamiento para hacer este producto, el aceite de oliva sufre un inevitable deterioro de sus antioxidantes y otros compuestos naturales, de modo que se altera la composición original del virgen extra.
Pero este producto no es el único que se ha visto envuelto en polémica. En los últimos meses, Ríos ha publicitado 'Nocilla healthy', croissants, yogures, helados... ¿Cómo estos productos pueden considerarse sanos? "Si el propio Carlos Ríos de 2018 diese un salto en el tiempo a 2022 y viese sus productos, se haría boicot a sí mismo. Son productos ultraprocesados que, con todos los criterios que él promulga en sus redes sociales, no hubieran pasado por ninguno de sus filtros. Él mismo ha declarado en prensa que no existe ninguna galleta saludable, y que la industria alimentaria te intentará convencer de lo contrario con sus productos. En este caso, Carlos Ríos ha sacado a la venta helados, galletas y magdalenas que son claramente ultraprocesados con todos los criterios de la clasificación NOVA", contaba hace sólo unos días en una entrevista Antonio Rodríguez Estrada, creador de sinAzucar.org.
Otra de las expertas que critica la situación es Gemma del Caño. "Yo estoy a tope con la idea 'realfood', pero creo que la idea buena es ayudar y enseñar a comprar y comer correctamente a la gente y no hacer creer que un ultraprocesado con mejores ingredientes puede ser algo saludable. Ese es el mayor peligro: que muchas personas que siguen este movimiento ahora asocien todos los productos de la marca a que sean comida real simplemente por el sello de la empresa. Y no es así", contaba la profesional a Alimenta+.
Carlos Ríos se defiende asegurando que no entiende las críticas por parte de especialistas de su mismo sector que, a su juicio, deberían apoyar sus productos porque son más saludables que los que abundan en el mercado. "¿Por qué no hacer un supermercado que sea 100% con comida real y con buenos procesados? Fíjate que para que sea un buen procesado lo único que tienes que evitar son azúcares refinados, harinas refinadas y aceites vegetales refinados", explica.