Ana Peleteiro, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, anunció hace pocos días que estaba embarazada. En sus redes sociales, la atleta ya comienza a exhibir con orgullo su tripita. Por ejemplo, este fin de semana la vimos bailando a ritmo de bachata y con una gran sonrisa de felicidad.
Ana está embarazada de tres meses, por lo que será madre a finales de este año o principios del año próximo. El padre del futuro bebé es el también deportista de élite Benjamin Compaoré, que ya tiene dos hijas de una relación anterior. Ana destaca de él el "amor incondicional" que el francés siente por sus niñas, "sin dejar de ser el novio más bueno y atento del mundo".
Sin embargo, este domingo Ana se derrumbó y contó en una entrevista uno de los capítulos más oscuros de su vida. Una expareja abusó sexualmente de ella. La atleta ha contado que se derrumbó cuando vio una entrevista de Sindy Takanashi, que reconoció haber sufrido también abusos. Su pareja le preguntó qué le pasaba y ella le dijo: "Es que esto que esta contando esta chica lo he vivido yo y no sabía que era abuso sexual".
"Ya había estado en una relación de manipulación, muy mala y tóxica, pero hasta ese punto de darte cuenta de que la persona con la que has convivido te ha hecho eso es heavy. A mí me afecto un poco bastante, aunque yo lo había sufrido anteriormente, en mi vida fue un choque de realidad que flipas", ha contado Ana.
La atleta llegó a contárselo a sus padres, que no supieron cómo reaccionar. "Yo me quede en shock total y me costó digerirlo, y de hecho lo hable con mis padres y les dije lo que había sufrido, lo que había pasado. En esa conversación con mi padre no le vi la cara, pero lo pude sentir como "ostras yo soy su padre y no he podido mediar en lo que estaba ocurriendo’”, explicó.
Ana cree que el problema fue su poca educación sexual y la mínima explicación que había recibido sobre el consentimiento. “Que yo me tenga que dar cuenta de eso por un programa de televisión es un poco triste, porque me di cuenta de que la educación sexual que tengo es mínima y tengo 26 años, y esos es una pena. Entonces me ha hecho reflexionar que el día de mañana, si soy madre, si puedo serlo o incluso con las hijas de mi pareja, si sus madres no lo hacen, decirle lo que sí y lo que no, porque a mi en mi casa nunca se me ha dicho”, ha contado.
Ana no ha tenido tampoco reparos en acudir a una profesional para digerir este capítulo tan horrible en su vida. “Mi salvavidas ha sido mi coach, mi terapeuta Rebeca, siempre ha sabido decirme lo que yo necesitaba en cada momento”, ha recalcado la deportista sobre la importancia de ir a terapia en estas situaciones en la que lo último que quieres escuchar es un “tía estás tonta”.
En la misma entrevista, la deportista también cuenta cómo fue su proceso de adopción y qué sabe de su familia biológica. "A mí mis padres me adoptaron con dos días de nacer, mi historia es heavy. Yo pensaba que mi madre había muerto en el parto y que por eso mis padres me había adoptado. En 2016 le digo a mi madre "de qué habrá muerto mi madre, ¿por el parto?" Y me dice "¿pero qué dices? Tu madre no está muerta. Tu madre te abandonó, dio a luz en casa ella sola y te llevó a menores en Coruña y la única información que dio fue que no quería que nadie de su familia te adoptase y que tenías una hermana", ha contado Ana sobre su difícil origen.