Jennifer López y Shakira protagonizaron hace dos años una de las mejores actuaciones en el descanso de la Superbowl que se recuerdan. Como un torbellino latino, las dos cantantes ensalzaron un mensaje de unidad y de esperanza a la infancia, en especial a los niños de las minorías étnicas y demográficas en Estados Unidos.
En aquella mágica noche, antes de que la pandemia del coronavirus acabara con la música en directo durante casi dos años, Shakira versionó algunos de sus principales éxitos y compartió el escenario con el artista urbano Bad Bunny. Jennifer López, por su parte, hizo una versión actualizada de su show de los últimos años, con la adición de un tubo de "striptease" y su invitado fue el reguetonero J Balvin. Las dos artistas latinas terminaron cantando juntas "Waka Waka", la canción oficial del Mundial de Sudáfrica de 2010, enfundadas en sexys bodies metálicos, melenas rizadas y al viento. Un espectáculo visual que convenció a los espectadores y que disparó de nuevo la popularidad sobrada de ambas artistas.
Sin embargo, dos años después, Jennifer López cree que no fue una buena idea hacer esa actuación conjunta. El documental "Halftime", que cuenta como Jennifer Lopez se preparó para su presentación del medio tiempo del Super Bowl junto a Shakira, revela qué piensa la cantante de aquel show. Jennifer López no estuvo de acuerdo en tener que compartir escenario con la colombiana ya que ese momento tradicionalmente siempre lo ha protagonizado un solo artista. "Esta es la peor idea del mundo que dos personas actúen en el Super Bowl. Fue la peor idea del mundo", se le ve decir en una parte del documental.
"Tenemos seis minutos. Tenemos 30 segundos de una canción, y si nos tomamos un minuto, eso es todo, nos quedan cinco", se quejaba Jennifer Lopez del poco tiempo que tenían de actuación. "Tenemos que tener nuestro momento. No va a ser una maldita revista de baile”, añadía. Hay que subrayar que en ningún momento Jennifer López se queja de su compañera de show, con la que hizo muy buenas migas durante los ensayos, sino de que la Superbowl fichara a ambas para ofrecer "ese show latino".
Además, la artista también revela en el documental que la actuación de su hija Emme, fruto de su matrimonio con Marc Anthony, casi no se llevó a cabo. Para ella, el hecho de que las niñas apareciesen en jaulas era algo vital: “Para mí era muy importante que mi hija les dijera a todas las niñas del mundo que alcen su voz”, asegura, insistiendo en que no se trataba de “política”, sino de “un asunto de derechos humanos”. Algo que la NFL no le gustó en absoluto e intentó evitar a toda costa.