En mitad de una nueva semana de nervios y tensión por la Selectividad, son numerosas las dudas que surgen en torno a este momento crucial: ¿Qué ocurre si suspendo un examen? ¿Cuándo podré saber mi nota? y por supuesto, ¿Quién corrige mi examen de Selectividad? Esta última duda ha surgido en reiteradas ocasiones entre los alumnos que se encuentran en periodo de evaluación ya que es esencial saber en manos de quién caerán los temidos exámenes.
Lo cierto es que el sistema de EBAU está compuesto por más de 1000 profesores de secundaria y docentes universitarios de cada comunidad autónoma que se presentan de manera voluntaria y que conforman los tribunales de las pruebas. Estos son los responsables de vigilar las pruebas mientras se ejecutan y luego se encargan de corregirlas. Además, estos profesionales tienen la última palabra en la calificación final y son asignados a corregir las pruebas en los campos que se desempeñan durante un periodo muy breve, ya que deben presentar las notas lo más rápido posible.
El sistema, eso sí, es anónimo y permite guardar la identidad de los estudiantes. A la hora de dar la prueba, a cada alumno se le asigna un código para que los correctores no sepan a quién corresponde el examen que están corrigiendo. Por si acaso, y para evitar suspicacias, no pueden participar en los Tribunales EVAU y Reclamación quienes tengan parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado que vayan a presentarse a las pruebas de la EvAU.
Las Comunidades autónomas garantizan al menos, un 40 por 100 de profesores universitarios y un 40 por 100 de profesores de secundaria que impartan Bachillerato y procuran que se realice una composición equilibrada entre mujeres y hombres, salvo que no sea posible por razones fundadas y objetivas. Si no se rellena el número de plazas necesarias, se hace por sorteo.
La suma de dinero recibida por los educadores varía según cada comunidad autónoma y se basa en un monto fijo por su trabajo durante el proceso y por los días trabajados y además, una suma de dinero por cada examen corregido que ronda entre los 2 y 3 euros. Actualmente, en un plano general, la media de profesores de comunidades cobra unos 600 euros por la vigilancia y la corrección y 2,29 euros por cada prueba.
Además de los conocimientos exigidos, los correctores tienen muy cuenta la propiedad del vocabulario, la corrección sintáctica, la corrección ortográfica, la puntuación apropiada y la adecuada presentación.