Sucede que te has comprado un teléfono móvil y, pasados unos días de uso, las mismas dudas que has tenido durante toda tu vida vuelven a aparecer. Son especialmente insidiosas las que tienen que ver con la eficiencia de la batería, esa gran desconocida sobre la que proyectamos algunos de nuestros peores miedos y que tratamos de conservar intacta el mayor tiempo posible.
A mayor degradación de la carga, menos podemos disfrutar de nuestro terminal; y si la batería resulta ser un trasto que prometía darnos una autonomía casi total y no cumple, casi, casi, tenemos un ladrillo. Pierde la carga enseguida y nos impide utilizar nuestras aplicaciones favoritas cuando más lo necesitamos.
El tiempo de carga es un asunto importante. Muchas personas solo disponen de un rato al día enchufar el móvil, justo cuando llegan a casa y pasan las últimas horas de la jornada dentro de ella. Lógicamente, hay ciertas dudas en torno a esta práctica de dejar el móvil conectado durante la noche. ¿Es malo? ¿Corre peligro? Veámoslo.
Cualquier aparato tecnológico está rodeado de leyendas urbanas, comentarios de oídas y supuestas reglas, para mejorar su funcionamiento, que no han sido probadas o son directamente falsas. La batería es una de esas patatas calientes sobre la que todo el mundo cree saber mucho y, en realidad, no sabe más que lo que ha leído en foros no autorizados o escuchándoselo a una persona que, a su vez, también ha obtenido esa información de fuentes extrañas.
Hay un miedo muy extendido: que el móvil pueda sobrecalentarse si pasa demasiado tiempo conectado a la corriente. Solemos dejarlo una media de 7-8 horas conectado, entre que acaba el día y empieza el siguiente, así que la cuestión no es menor.
Habría que despejar esta duda de inmediato. Salvo el caso de esta chica, una excepción estadística, es improbable que tu móvil se sobrecaliente en exceso y salga ardiendo si lo tienes conectado a la corriente, precisamente porque las baterías modernas reducen la potencia de carga una vez supera cierto porcentaje (por lo general, del 80%) y paran la carga cuando están llenas.
Si el cargador es de calidad (algo que se puede dar por hecho en marcas como Apple o Xiaomi), el teléfono contará con chips protectores. La energía está contenida y se adapta al porcentaje de carga que el móvil maneje en ese momento. El propio teléfono nos avisa de la carga completa, así que, por ese lado, no deberíamos temer nada.
Con todo, hay que contar con otros factores para decidir si tener el móvil conectado toda la noche es la mejor opción. El hecho de que no se sobrecaliente no implica que el cargador no siga trabajando una vez la carga está completa y obligue al teléfono a recargar puntualmente las pequeñas pérdidas en la batería que se generen durante el ciclo.
Tu móvil no va a estallar envuelto en una llamarada y a desfigurarte la cara (solo si quieres ser un extra en una película de serie B), pero es posible que, con el aumento controlado de la temperatura que se produce durante la carga, su vida útil se vea afectada. Hay que contar además con una posible fuga térmica (fatal), si lo dejamos cargando descuidadamente bajo el edredón o la almohada, algo que no es descabellado. Muchas personas cargan el móvil casi arrojándolo encima de la cama y sin prestar mucha atención a dónde cae.
Respecto a cuándo debes cargarlo y cómo conservar la vida útil de la batería, hay unas sencillas recomendaciones que puedes seguir y que te facilitarán la vida.