Los avances tecnológicos casi siempre nos dejan buenas noticias; en este caso, la investigación del científico catalán Brian Subirana y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, podría ser de gran ayuda en la lucha contra el coronavirus.
Gracias a esta investigación Subirana y el MIT han presentado una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) que analiza la tos de cada usuario a través de grabaciones de teléfonos móviles para diagnosticar a personas asintomáticas contagiadas de Covid-19.
Es decir, han desarrollado un sistema con el que poder distinguir a aquellas personas contagiadas, incluidas las asintomáticas, en función de la forma de toser de unos y otros.
Este modelo de IA comenzó a probarse y entrenarse en el mes de abril, para lo cual los investigadores utilizaron grabaciones de toses forzadas enviadas por miles de voluntarios, que quisieron poner su granito de arena en el proyecto, a través de internet; según informa Europa Press. Para ello, además de enviar el audio de su tos, tuvieron que especificar sus síntomas, su idioma y si finalmente fueron diagnosticados o no de coronavirus.
Tras meses de entrenamiento, ahora la IA es capaz de diferenciar con un 98,5% de precisión qué toses pertenecen a personas sanas y cuáles son de contagiadas asintomáticas de coronavirus, según ha informado el MIT en un comunicado.
Tras los buenos resultados y la fiabilidad que se ha observado en esta IA, los investigadores quieren traspasar esta herramienta a una aplicación móvil para que todas las personas puedan grabar su tos y comprobar si son o no positivos asintomáticos. Además, esta sería gratuita y, por tanto, accesible.
"La implementación efectiva de esta herramienta de diagnóstico podría disminuir la difusión de la pandemia si todo el mundo la utiliza antes de ir a clase, a la fábrica o a un restaurante", ha asegurado Brian Subirana, científico investigador del Laboratorio de identificación automática del MIT.
La idea de utilizar una IA para analizar la tos de posibles asintomáticos procede de la investigación anterior del mismo equipo, que utilizó grabaciones de voz para detectar síntomas de Alzheimer y que determinó que el estado de las cuerdas vocales, la actitud del hablante, la respiración y la degradación muscular son biomarcadores de la enfermedad degenerativa.
Cuando el coronavirus se empezó a extender y con la evidencia de que algunos pacientes experimentaban síntomas neurológicos similares a los del Alzheimer, los investigadores decidieron probar si sería posible aplicarlo de forma efectiva. Así que, en abril comenzaron a recoger pruebas de tos de diferentes personas que se registraban a través de una página web.
En este caso, para la última investigación, los científicos utilizaron los marcadores que habían usado previamente para detectar el Alzheimer, con los que analizaron 200.000 grabaciones de toses impostadas de 70.000 personas voluntarias, de las cuales 2.500 estaban contagiadas de Covid-19, muchas de ellas sin sintomatología.
Sorprendentemente, el análisis de las bases de datos reveló "una sorprendente similitud" entre los resultados con pacientes asintomáticos de coronavirus y aquellos con síntomas de Alzheimer. "La forma en que producimos sonidos cambia cuando tenemos COVID-19, incluso sin síntomas", ha concluido Subirana.