¿Tinder? ¿Guateques? ¿Cortejos eternos con tunos de por medio? Cada generación liga: la gran diferencia está en los códigos que usa y los lugares desde donde lo hace. Hoy por hoy, Internet facilita mucho conocer a gente, y cada vez son más las apps destinadas a concertar citas. La llegada de Tinder, en 2012, puso el mundo patas arriba; se estima que actualmente acumula más de 80 millones de usuarios.
Estas apps son muy populares y, precisamente por eso, más vulnerables a un fallo de la seguridad. Lo explican desde Prosegur: la privacidad no está siempre asegurada. En Yasss te contamos cuáles son los problemas de esta aplicación.
Tinder, Bumble, Hater… las apps para ligar son muy parecidas a cualquier otra red social. Para empezar a usarlas, los usuarios rellenan una ficha con sus datos personales (fecha de nacimiento, edad o altura; todo depende de la aplicación que estés usando), agregas unas fotos y terminas tu perfil público, la carta de presentación con la que quieres venderte a los demás, con tus gustos e intereses.
Algunas tienen opciones premium, que desbloquean funciones específicas previo pago. Aunque todas son diferentes las unas de las otras, la mayoría funcionan de formas parecidas: cuando se produce un interés mutuo entre miembros, la plataforma abre la posibilidad de mantener conversaciones en privado. A partir de ahí, todo depende de lo que quieran y busquen los usuarios.
¿El gran problema de todo esto? Que la privacidad no siempre está asegurada. Por un lado, se ha demostrado que muchas empresas trafican con los datos de los usuarios; por otro, puede haber brechas de seguridad en la app que permitan a los hackers acceder a los dispositivos y a nuestros datos personales. Las redes sociales son un objetivo recurrente de los cibercriminales, que después podrían chantajear al usuario o suplantar su identidad.
Cuando empiezas a usar una app, debes conceder una serie de permisos. La mayoría te piden acceso a la agenda, a la galería de imágenes o a la geolocalización, y en muchas ocasiones, los usuarios no son conscientes de los datos que están cediendo. Hablamos de información muy sensible, relacionada con la sexualidad, la localización o incluso las opiniones políticas, que se estarían compartiendo con otras empresas del entorno de estas apps. Algo que atenta contra el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, tal y como informa Europa Press, y de lo que se ha hecho eco un estudio publicado por el Consejo de Consumidores de Noruega.
En ese sentido, dos de las apps más conflictivas son, precisamente, dos de las más utilizadas, Tinder y OkCupid. Ambas pertenecen al mismo grupo empresarial, Match Group, y tienen millones de descargas en las tiendas de aplicaciones. En los dos casos, basta con entrar en sus términos y condiciones para descubrir que las dos comparten información de los usuarios tanto con otras apps como entre ellas.
En la página web de OkCupid, por ejemplo, se señala que comparten “la información de algunos usuarios con proveedores de servicios y socios que nos ayudan a operar los servicios, con otras compañías de Match Group y, en algunos casos, con autoridades legales”. Ocurre lo mismo con Grindr, que indica en su sitio online que “nuestros anunciantes y ciertos proveedores de servicios también usan sus propias 'cookies' u otras tecnologías de seguimiento que pueden recopilar información dentro de los servicios de Grindr”.
Según el estudio noruego, algunas de estas apps habrían enviado datos sobre la salud de sus usuarios (por ejemplo, VIH), su consumo de drogas o el origen étnico, entre otros datos. Match Group publicó después un comunicado, del que se hizo eco el New York Times, en el que aseguraba que únicamente compartía datos que se consideran “necesarios” para dichos servicios. También recalcaron que cumplían con la normativa de privacidad, y que contaban con estrictos contratos que garantizaban la seguridad de sus usuarios.
Este cruce de declaraciones entre consumidores y empresas no es nada nuevo. Los usuarios lo han denunciado en más de una ocasión, pero tal y como explica la agencia de noticias, las principales apps para ligar anuncian desde el principio que comparten algunos datos de los perfiles. Por eso, desde Prosegur recomiendan “usar la app con sentido común”, no insistir “ni permitir que te insistan” y evitar “compartir información demasiado comprometida”, como dónde vives o trabajas. Eso, y estar siempre muy atento de los términos y condiciones de las apps que usamos.