Ya es raro imaginar cualquier plataforma de redes sociales que no cuente con sus propias herramientas para realizar directos y emitir en vivo. Este formato de creación de contenido se ha popularizado mucho desde que espacios como Twitch o TikTok han cambiado para siempre la forma en la que los creadores interactúan con su comunidad de suscriptores.
La demanda de streams en vivo no ha parado de crecer desde que estas plataformas compiten con sus némesis directas; Youtube, sobre todo, donde el formato de los videos ‘subidos’ o contenido pregrabado es el rey.
Como ya es habitual entre redes sociales que compiten por robar el mayor pedazo posible de la tarta de usuarios, TikTok no ha tardado en clonar una de las funcionalidades más populares de Twitch e introducirla en su formato de emisión el directo: el subathon, o la monetización de contenidos a la carta. Puedes utilizarla gracias a la pestaña ‘Live’.
El término del subathon es relativamente abierto para los propios streamers, que a menudo responden con su propia definición a las preguntas recurrentes de su comunidad de seguidores. Algunos se ciñen al término estricto (emitir en directo el mayor tiempo posible); otros defienden que el subathon puede ser lo que uno desee: un evento en el que el creador responde a las peticiones de la comunidad a cambio de donaciones y suscripciones. Explotar globos, por ejemplo.
El ejemplo más común es el de comprometerse a emitir en directo durante un periodo de tiempo lo más largo posible, horas e incluso días. Así, los creadores intentan aumentar su número de suscriptores y las donaciones utilizando el reclamo de las metas, los desafíos y los juegos.
A medida que las suscripciones y las donaciones crecen, el creador recompensa a su audiencia de la manera en que considere oportuno, sea con tiempo o con otro tipo de ofrecimientos más creativos. “Si llegamos a x número de suscriptores, estaré emitiendo hasta que se me caigan los dientes”, “Os donaré a mi gato”, “Me cortaré un miembro en directo, todo sea por vuestra felicidad”.
TikTok ha impuesto algunas restricciones a la herramienta del subathon (función ‘Live’) y ha capado las horas de los directos, hasta un máximo de ocho.
La jugada puede salirle muy bien o muy mal, ya que limitar el tiempo de un reto que se basa precisamente en estar en directo el mayor tiempo posible, rompiendo récords y barreras mentales y físicas, le quita cierta gracia al concepto. ¿Por qué habría de interesarle a la comunidad ver ocho horas de directo, como mçaximo, si los streamers más estajanovistas, los que trabajan a destajo, suelen emitir más horas diarias que esas?
Es posible que una parte importante de la comunidad no vea con buenos ojos que sea la plataforma la que decida el tiempo reglamentario de este reto. Además, la plataforma todavía tiene que competir con Twitch, tierra sin ley en la que el subathon no tiene límites. Se han dado casos de creadores que han emitido durante días o semanas, solo interrumpiendo el directo para comer o ir a hacer sus necesidades.