En el terreno de los videojuegos, las modas pasan, fulgurantes, y muchos títulos quedan enterrados en el olvido o pierden en pocos meses un grueso importante de jugadores, en una industria cuya sobreabundancia en la oferta hace imposible jugarlo todo. En cambio, Minecraft sigue ahí, invicto como una de las cimas del medio y uno de los universos hechos de pixels más jugados del planeta. Sus 141 millones de jugadores son la prueba de que la influencia de este título va mucho más allá de lo que nadie esperó cuando fue lanzado.
El mundo creado por Mojang no solo no pierde adictos, sino que cada año encuentra nuevos tipos de público y fieles que quieren aprender la forma correcta de crear bloques, craftear y vivir en su particular paraíso virtual alternativo. Lógicamente, hay una pregunta que ronda la mente de muchos nuevos jugadores. ¿Se puede jugar a Minecraft de forma gratuita?
Respondemos.
Como ya te explicamos en otro artículo, hay una versión de Minecraft distinta para el tipo de jugador que seas. Algunas plantean una experiencia más casual, sin los peligros del modo supervivencia, donde es fácil morir de hambre o caer bajo las hachas y las mordeduras de las criaturas que visitan a los jugadores por la noche para sorberles el alma.
Otras versiones se centran exclusivamente en la creatividad y la construcción, sin límite para el crafteo, la recolección de materiales y las miles de combinatorias posibles. A su vez, es importante también escoger la plataforma en la que se acceda al juego, que cuenta con versiones para Pc así como para las máquinas de Sony, Microsoft y Nintendo. No resulta fácil elegir qué versión puede ir mejor con nuestro carácter como jugadores y nuestras pretensiones a la hora de dominar este universo de pixels. Minecraft tiene tantas capas como formas de jugar y craftear.
Gran parte de los nuevos jugadores prefieren probar la versión Classic. Pocos juegos tan populares y rentables piensan tanto en su comunidad, y aún menos pueden presumir de tener una versión gratuita que funcione como cebo para los indecisos.
De momento, lo único que vas a necesitar es un PC o un Mac con acceso a Internet y un navegador. Es en este último donde ejecutarás tu primera partida, sin necesidad de instalar absolutamente nada en el disco duro. ¿Lo mejor? Esta versión classic gratuita admite el juego en línea. Vas a poder vivir la experiencia acompañado de otros jugadores, tan perdidos como tú.
Esta versión del juego ofrece un modo creativo ‘capado’ hasta su mínima expresión y limita mucho las posibilidades con las que contamos a la hora de introducirnos en el mundo de Minecraft.
Apenas nos dará algunas herramientas para probar las diferentes mecánicas. Tenemos disponibles un número limitado de materiales de construcción, nueve en total (como el número de amigos que podemos invitar a la partida). No hay NPC`s, enemigos que nos ataquen, barra de hambre y de vida, mesa de crafteo, elaboración, horno de fundido y todo lo que ha hecho al juego tan popular en la última década.
Este universo virtual con la estética del original es un cebo simple pero efectivo para dejarnos con la miel en los labios e invitarnos a probar alguna de las versiones completas del juego en la web de descarga oficial o en nuestras respectivas consolas. El que lo prueba, siempre quiere más.