A WhatsApp hay que reconocerle cierta capacidad de escucha a las demandas de sus millones de usuarixs. Ya estamos más que acostumbrados a exigir mejoras relacionadas con el uso de la aplicación, el tipo de datos que elegimos mostrar al mundo, nuestra última hora de conexión o nuestro estado.
Evidentemente, no todo el mundo necesitar usar la aplicación de la misma forma: hay a quien no le importa compartir con sus contactos la confirmación de lectura o cualquier otro tipo de información, y quien opta por acotar su isla digital con muros y vallas para que la cosa no se salga de madre y el otro pueda afearnos, por ejemplo, que no le respondimos a un mensaje que recibió confirmación de lectura.
Por suerte para los eremitas digitales, los que buscan su propio búnker de comunicaciones y los amantes del sentido común (dar la mínima información posible sobre cómo manejamos nuestra intimidad y a quién dejamos entrar en ella), la aplicación ha empezado a modificar nuevos aspectos clave de la privacidad. Ya podemos capar de forma selectiva nuestra última hora de conexión, nuestro estado o la fotografía que utilizamos en nuestro perfil. Elegiremos quién puede ver esa información y quién no con un simple click.
Blanco o negro; o todo o nada; café para todos o para ninguno. Hasta ahora, esta era la política de WhatsApp respecto a ciertas funcionalidades de la aplicación relacionadas con la información que compartíamos con nuestra comunidad y nuestros contactos. Esta tabula rasa afectaba, por ejemplo, a la totalidad de nuestra agenda. Si elegíamos ocultar la fotografía de perfil, lo hacíamos para todo el mundo. Si la desvelábamos, cualquiera podía acceder a ella.
Gracias a Dios, los responsables de la aplicación han entendido lo fundamental: nuestra privacidad es nuestra y de nadie más, y tiene lógica que podamos escoger selectivamente quién puede ver qué. Baste el ejemplo de un jefe pasivo agresivo que fiscaliza nuestra hora de conexión o nuestra información para pedirnos ese informe, “tiene que estar para ayer, o te pondré a limpiar el lavabo del ala norte, ya sabes que Martínez, tu compañero más querido, hace sus deposiciones reales allí”.
La batería de opciones de personalización de la privacidad es pequeña pero muy eficaz, y podremos configurarla en una pestaña habilitada al efecto. Los pasos son los siguientes.