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Salir a pasear y hacer deporte nos ha reactivado la libido: "Me tiraría al 90% de la gente, no me escondo"

  • Hemos vuelto a las calles en plena primavera, y eso... se nota

  • Algunas personas, como Modesto García, han percibido que, en estos primeros paseos durante la fase 0, su apetito sexual ha vuelto

El pasado 14 de marzo se declaraba el estado de alarma que ha tenido nuestras vidas en pause durante más de cincuenta días. Ha sido una experiencia extrema y terrible para muchos, y nueva para todos. No sabíamos lo que era estar confinados en nuestros hogares en el contexto de una crisis sanitaria, así que no podíamos prever qué nos iba a pasar o cómo nos íbamos a sentir. Por eso, todo lo que hemos vivido durante estos días nos ha parecido nuevo, sorprendente, y, también, agobiante en algunos casos. Desde el insomnio por el descontrol de los horarios y el aumento de la ansiedad hasta la apatía total y la falta de ganas para hacer cualquier cosa, incluso pensar en sexo. Hemos experimentando un montón de emociones y hemos pasado por cientos de moods en apenas dos meses. Pero ya hemos entrado en la fase 0 de la desescalada y eso... el cuerpo lo sabe.

Nuestros primeros paseos en la nueva normalidad

¿Madrugar un sábado para salir a pasear? Por supuesto. Sobre todo si es el primer sábado que te dejan salir a la calle a estirar un poquito las piernas después de cincuenta días enclaustrada en tu casa, que te sabes de memoria hasta el patrón del gotelé. Gotelé que ya odias porque tienes tu hogar tan visto que estás deseando que abra Ikea para hacer una reforma integral. Pero ahora no es el momento de pensar en muebles, ahora toca ponerse las mallas, las zapatillas de deporte, abrigarse un poquito, peinarse esa cabellera que ya grita ¡¡PELUQUERÍA!! lo mejor que se pueda, ponerse la mascarilla y a la calle.

En cualquier otro momento, salir a hacer deporte en fin de semana a las 8 a.m. significaría encontrarse con una ciudad casi desierta, y cruzarse con zombies que van a trabajar o zombies que vuelven de fiesta. Pero en la nueva normalidad, el pasado sábado 2 de mayo la calle estaba abarrotadita de gente, como si fueran las seis de la tarde de un día cualquiera pre-cuarentena.

Echas a andar y pasas por la parada de metro que siempre usabas para ir a trabajar, por al cafetería en la que solías tomar café los domingos, por el gimnasio que no has echado tanto de menos... y de repente te empiezas a fijar en los demás. La mayoría llevan mascarillas, pero eso no les resta ni un ápice de sensualidad. ¡Qué piernas! ¡Qué culos! ¡Qué guapa es toda la gente con la que me cruzo!

De no sentir nada a encenderme hasta con una farola

Es que hay farolas muy bonitas, sobre todo en los paseos grandes, anchos, donde no paras de cruzarte a otras personas que hacen deporte, como tú. O "como tú" (vamos, que sudan menos que Patry Jordán porque se toman su tiempo para dar otro pasito más). Personas que han prendido la mecha de tu luz interior (del interior de las bragas) y... ¡ya está! ¡Ahora te interesa todo lo que se mueve!

Durante las semanas que estuvimos encerrados en casa, para algunas personas no había término medio. O estaban que se subían por las paredes o no sentían nada de nada ahí abajo. Estamos hablando, por supuesto, de aquellos que no vivían con sus parejas, que si vives con tu chico/a es otro cantar.

Pero, ahora, todo es diferente. No es que todo el mundo esté buenísimo de repente (que puede ser, quizás vives en el barrio más sexy de España), es que tu mood. Quizás, por primera vez en mucho tiempo, te sientes esperanzado. Empiezas a ver la claridad al final del túnel. ¡Eso anima mucho! Y más anima salir a tomar un poco de aire fresco y que te dé bien el solecito.

Parece increíble, pero es algo que está comprobado: la vitamina D influye en nuestro estado de ánimo. Si no te ha dado mucho el sol porque no tenías balcón o vivías en un piso interior, parte de la bajona que sentías podría estar relacionada con la falta de exposición al sol. La carencia de vitamina D genera cansancio, estado de ánimo deprimido y tendencia al pesimismo.

Así que, solo el hecho de que te vuelva a dar la luz del sol durante una horita hará que estés de mejor ánimo. Y si estás contentilla, esperanzada, disfrutando de un estupendo paseo y además llevas varias semanas sin ver ver gente... es bastante probable que empieces a mirarla con otros ojos. Los ojos del deseo, más concretamente. Porque sentirse más despreocupado y contento también puede relacionarse con el aumento de la libido.

Y es que, al final, somos humanos. Humanos que han sido privados del contacto con otros humanos durante casi sesenta días. Así que es perfectamente normal que justo ahora sientas que te enrollarías con cualquier persona con la que te cruzas. Solo queremos pedirte que no lo hagas. ¡Aguanta un poco más! Si quieres, para superar esta última prueba de la cuarentena, piensa en toda esa gente que sí tiene pareja pero cada uno vive en una provincia diferente, y tendrán que esperar mucho más que tú a volver a tener relaciones.