El sexo puede ser una carretera laxa y confortable para los que practican siempre las mismas cuatro posturas, y fuente inagotable de experimentación, curvas y orgasmos para los que deciden innovar sus encuentros sexuales y se aventuran a probar nuevas técnicas y posturas. En el kamasutra tienes hasta 74 distintas. Un zoológico de placer, vaya, y ni siquiera te hace falta mugir como un animal (aunque imitarás a muchos...).
Si perteneces al grupo de las personas que buscan nuevos sabores y posturas durante el sexo, seguro que diste palmadas de satisfacción cuando te contamos cómo practicar el koala exprimidor y otras posturas sexuales de nombres bizarros y circenses, y en aras de proporcionarte información útil para que tu orgasmo sea una experiencia inolvidable, hay una nueva técnica que deberías poner en práctica cuanto antes con tu pareja. Guíñale un ojo, coge su mano y tira hacia la cama, que vienen curvas (las de tu espalda y la suya)
Ni koala ni koalo, que diría tu madre, simplemente, un nombre algo más técnico que deberías estar poniendo en práctica: la TAC, o Técnica de la Alineación Coital.
Este nombre de escasa sabrosura que parece sacado de un manual de anatomía frío y rígido, en realidad esconde una poderosísima arma para alcanzar orgasmos increíbles. Está especialmente pensada para las personas con vulva. En inglés, responde a las siglas de ‘CAT position’ (Coital Alighment Technique) y se aplica durante la postura del misionero, como una variante con un poquito de sal y pimienta. Fue inventada por el terapeuta inglés Edward Inchels.
Fíate de la fría ciencia y de los estudios que han mencionado ya esta técnica y sus beneficios para ese alto porcentaje de mujeres incapaces de alcanzar el orgasmo con esta postura. Lo cierto es que el misionero está en pleno auge, es una de las posturas favoritas de los millennial, pero el grado de mujeres satisfechas con esta postura es relativamente bajo. Según el estudio de la revista Sex and Marital Therapy, un 56% de las mujeres que no alcanzaban el clímax con la postura del misionero sí lo conseguían introduciendo la técnica de alineación coital en sus prácticas sexuales.
Como ya hemos dicho, esta postura se basa en el misionero, con una pequeña variación en la posición de la persona que penetra. Las grandes ventajas de esta postura es que no requiere torsiones imposibles y un core flexible de hierro, como piden tantas otras posturas del kamasutra que suelen acabar en luxación y contractura. Aquí, todo se basa en la sencillez. Es un pequeño cambio, nada complicado de realizar, que le dará a ella orgasmos increíbles en cuanto cojáis un poco de práctica.
Como primer consejo, es mejor si la persona con vulva mantiene las piernas ligeramente cerradas para que la fricción sea mayor y aumente exponencialmente la sensación de placer. Se recomienda usar una almohada para mayor comodidad.
Para practicar correctamente la TAC, quien penetra tiene que ‘alinear’ su cadera con la de su pareja y elevarla unos 3 cm, de modo que el movimiento no sea de atrás hacia adelante, con el típico metesaca, sino de arriba abajo. Esta variación introduce un universo de posibilidades, con una conclusión satisfactoria: el orgasmo llegará.
Este balanceo que cambia la forma tradicional de moverse rozará el clítoris en cada acometida, y dará a la persona con vulva una sensación de placer indescriptible.