En China, Alemania o Canadá, los orgasmos son lo mismo. Y aunque no existen diferencias abismales en la duración de los orgasmos dependiendo de los genitales, sí es cierto que son muy distintos dependiendo de la relación y de la persona. Además, normalmente los orgasmos pueden dividirse en dos grandes grupos: por un lado, el orgasmo habitual, que suele producir de 6 a 15 contracciones de alta intensidad durante alrededor de medio minuto, y por otro el orgasmo prolongado, que se puede alargar hasta 90 segundos y en el que la persona experimenta contracciones más regulares después del primer orgasmo.
En el caso de las personas con pene, el orgasmo se suele producir con la eyaculación. Pero, ¿sabías que también se puede llegar al clímax sin eyacular? Es lo que se conoce como un orgasmo seco, y quien lo ha tenido asegura que es incluso más placentero que el orgasmo habitual. En Yasss te lo contamos todo al respecto.
El orgasmo seco se produce cuando la persona llega a su punto más alto de excitación, independientemente del tipo de relación sexual que esté manteniendo, pero sin eyacular, bien porque no hay semen o bien porque se mantiene dentro, en lugar de ser expulsado.
Se trata de un orgasmo bastante habitual en la preadolescencia, pero puede producirse a lo largo de toda la vida. Según parece, estos orgasmos secos pueden tener causas de lo más variado, como la depresión, los efectos secundarios de determinados fármacos, la adolescencia o la pubertad o algunos problemas de próstata. También son bastante habituales cuando la persona tiene relaciones sexuales -bien encuentros o masturbaciones- sin parar.
¿Y esto por qué sucede? Bueno, principalmente porque los orgasmos repetidos agotan el semen y el esperma fresco. Con la edad, el cuerpo tarda más en producir de nuevo el líquido, aunque también puede ocurrir que la eyaculación se produzca para dentro. Sin embargo, normalmente no supone ningún tipo de peligro ni debe preocupar a nadie, a no ser que ocurra de manera regular o vaya acompañado de otros síntomas, como orina turbia.
En la mayoría de los casos, los orgasmos secos no son ningún problema, y muchas personas aseguran que son de los más placenteros que han tenido en su vida. Sin embargo, otras personas tienen asociada la eyaculación con el disfrute, y sin ella sienten que la experiencia es 'incompleta'.
Aunque es una patología común, es normal que tu o tu pareja os alteréis si de repente tienes un orgasmo sin eyacular. Quizás se pregunte si estás fingiendo o dude de tu disfrute, pero es de lo más normal: la excitación se mantiene, así que no hay por qué dudar del placer que pueda haber producido la relación.
Como ya hemos dicho, muchas de las personas que han tenido estos orgasmos aseguran que es una de las experiencias más placenteras que han tenido, por lo que realizan meditación y ejercicios para tardar más en eyacular. Aquí entran en juego prácticas como el sexo lento o tántrico, aunque hay una serie de técnicas, parecidas a las que se recomiendan a quienes sufren de eyaculación precoz, que se pueden practicar.
Si quieres intentarlas, una de las más habituales es parar la penetración cuando se nota que empieza a alcanzarse el clímax y presionar con el pulgar la punta del pene, donde está la salida de la orina y el semen. También hay quienes presionan en la base de los testículos y el perineo con seguridad, para ‘cerrar’ el conducto y evitar que el semen salga. Es una de las prácticas más habituales en el sexo tántrico, sobre todo al principio, cuando necesitas de ayuda ‘física’ para retener la eyaculación. En cualquier caso, no se puede abusar de este método, para no dañar la zona más de la cuenta.
Si te interesa el tema, lo mejor es que empieces a leer y practicar sobre el tantra, para que, al final, puedas conducir tu propia energía sexual de forma voluntaria. Además, así estarás más en contacto con tus sensaciones y el disfrute de la otra persona durante las relaciones sexuales.