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Citas de Tinder para valientes: guía 2021 de los mejores planes para sorprender a tu 'match'

  • Las citas en Tinder están evolucionando cada vez más

  • No todo va ser ir a un bar para encontrarte por primera vez con tu match

  • Jardines, museos, música en vivo, exposiciones y hasta una escape room. Existen muchos lugares para tener una cita Tinder que se salga de la norma

Septiembre, la caída de la hoja, mantita solitaria, grito desgarrador (“Sigo soltero/a. Empiezan a salirme escamas”). Reconócelo. Hay ganas de Tinder, de match y de esas conversaciones con desconocid_s (las que salen bien Con suerte, no saldrán escalando o acariciando la cabeza de animales salvajes en su foto de perfil.

Personas con las que chatearás y, sin pensarlo demasiado, emplazarás a una primera cita. Es ahí cuando surge el primer dilema: ¿Hacer una apuesta segura y proponerle un bar tranquilo para tomar una caña o ofrecerle algo más elaborado? ¿Hay vida más allá de la cafetería cuqui del centro para tener un shippeo de Tinder en condiciones? Otro sería: ¿Quién me ha dado match, realmente?

Hoy te damos algunas ideas para que salgas del “¿Tomamos una caña?” y te pases al “¿Quieres saltar por ese barranco con riesgo para tu integridad física?”. Los mejores lugares para tener una cita Tinder este 2021.

Exposiciones, museos y miraditas de reojo

El amor es para quien se lo trabaja con referencias a tiempos antiguos, señala con el dedo una pintura abstracta de tres metros de alto y le pregunta a su cita: “¿Conoces la historia de este cuadro? Verás…”. Si consigues que no te salga el tono pomposo de persona intelectual y adicta a la absenta, una quedada romántica en un museo o una galería para ver una buena exposición es uno de los mejores lugares alternativos para irse conociendo.

Un chute de síndrome de Stendhal contemplando un cuadro, una escultura o una serie de fotografías nunca ha hecho ningún daño a los que buscan el romance por la vía de la cultura. Las exposiciones temporales en ciudades como Madrid o Barcelona suelen traer auténticos tesoros, y qué mejor que vivirlos con esa persona especial que te has encontrado en Tinder y que pone todas las tildes en su sitio.

Música para todos los bolsillos

Las afinidades musicales con tu cita en un ambiente distinto al del bar tradicional pueden ser muy poderosas. Conciertos masivos frente a salas acogedoras con cantautorxs, recitales (puedes fingir que adoras la poesía declamada con voz de arena de gato), bandas tributo a vuestro grupo favorito.

Que el shippeo que proporciona la música os bendiga. Procura que el local tenga una buena acústica para que podáis ir subiendo la temperatura mientras habláis y tarareáis alguno de los temas de la noche.

El jardín de las delicias

La frondosidad, el verde, los gorjeos de los pájaros, las sendas enterradas entre la vegetación, las flores. Más allá de la hiperromantización de un lugar como ese, casi todas las ciudades importantes de España cuentan con un jardín en el que dar un paseo y comerse con los ojos sin pronunciar palabra. Si descrees del amor romántico y del poder de un lugar como ese para causarle buena impresión a tu crush, entonces escóndete detrás de un arbusto e imita a una zarigüeya en época de celo, una forma mucho más directa de insinuarle a tu cita de Tinder que sí, que te ha gustado, pero que no te atreves todavía a dar el primer paso.

  • En Barcelona: Jardins de la Tamarita, Laberint D`Horta, Parc de Cervantes.En Madrid: Jardín del Príncipe de Anglona, Casa Museo Lope de Vega, Museo Sorolla o Campo del Moro.

Morrearte haciendo el friki

Reconócelo: proponerle una scape room a tu crush de Tinder parecía una buena idea hasta que te has dado cuenta de que lo más probable es que acabéis poniéndoos una orden de alejamiento después de resolver acertijos. Hay planes más relajados, con más probabilidades de éxito.

Por ejemplo: tener una cita en una cafetería donde podáis jugar a juegos de mesa. El Risk, sí, pero conquistando su Polonia con mucho amor y caída de ojos.

Parque, lago y botella de vino (o una cocacola inofensiva)

De acuerdo. El combo del parque al atardecer, en otoño y con una botella de tinto, puede parecer una indignidad propia de una película francesa repugnante, pero dependiendo de la apertura mental de tu cita y del tiempo que haga, es una idea que no estaría de más considerar si quieres salir del circuito de los bares y la penumbra en la que preguntas por tercera vez: “Así que tienes un gato que intentará matarme y calefacción central, bien, cuéntame más”.

Además, tirarse en la hierba a charlar hasta las tantas sale realmente barato, y si la química no fluye demasiado, siempre podéis huir trotando campo a través en direcciones opuestas.

El mercado y la gula

Para una primera cita, la formalidad de un restaurante puede resultar demasiado invasiva si es la primera vez que os veis las caras. No hay mucho margen para huir, solo para mirar la carta de vinos fingiendo que sabes el origen de esa uva que te va a hacer un destrozo en la cartera.

Como contrapartida, lo bueno es que casi todas las ciudades importantes cuentan con algún mercado interesante, con propuestas gastronómicas muy variadas que os permitirán evitar la seriedad de un local, con su mantel y su juego de cubiertos. El hecho de poder ir cambiando de sitio cada cierto tiempo dará una cierta variedad a esa conversación entre los dos que ya está tocando puntos calientes.

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