La nueva normalidad traerá consigo multitud de cambios en los diferentes aspectos de nuestra vida. Sí, también en el terreno sexual… ¡Se tenía que decir y se dijo!
El hecho de que el coronavirus se transmita a través de la saliva hace que las relaciones esporádicas se conviertan en un riesgo de contagio. En el caso de que tengas tu pareja sexual solo se acueste contigo, no tienes de qué preocuparte.
Es lógico que las largas semanas de encierro forzado te hayan acabado saturando, hasta el punto de que practicar sexo en casa está empezando a hartarte. Está claro, necesitas una dosis de morbo y emoción. Lugares, alejados de esas cuatro paredes, donde hacerlo y que la experiencia sea memorable, un epic win.
Si el cine es tu fuente de inspiración, ya que la adrenalina de los personajes llevándolos a tener sexo en rincones insospechados dispara tus niveles de libido, tienes que saber que la realidad es totalmente diferente y la idea de seguir su ejemplo no siempre es una buena decisión. En Yasss, te desvelamos todos esos sitios en los que cumplir tu fantasía sexual puede acabar en drama.
Quizá lo de enrollarse en lugares al aire libre -parques, playas, bosques, polígonos industriales…- te resulte de lo más morboso. Lo es, sin duda, pero ten en cuenta que el riesgo a ser pillados y sus consecuencias también está presente.
Un calentón puede llevarte a tener relaciones sexuales en estos escenarios, momentos en los que dejas de pensar con claridad y lo único que te preocupa es disfrutar al máximo. Pero, repentinamente aparece un agente de la Policía de la nada y… ¿Ahora qué?
En España el artículo 185 del Código Penal es el único que hace referencia al sexo en la calle y se centra en los delitos de exhibicionismo y provocación sexual. Siendo esta conducta penada solamente cuando consiste en una exhibición obscena ante menores de edad o personas discapacitadas. Por lo que, si no tenéis ninguna motivación exhibicionista no habría multa, no obstante, los Ayuntamientos de diferentes ciudades están regulando de manera particular esta normativa. Y dependiendo del municipio en el que te encuentres -Granada o Málaga prohíben estas prácticas en situaciones determinadas-, podrías estar cometiendo alguna infracción y, por lo tanto, serías multado.
Aunque la Policía no es tu único problema, ya que están los stalkers que estarán encantados de disfrutar del espectáculo, escondido entre los arbustos, e incluso de grabarlo para visionarlo en privado y/o difundirlo. Y los ladrones o atracadores, que aprovecharán la distracción para robarte u obligarte a que les entregues tus pertenencias.
Así que, no te extrañes si apareces en algún tipo de web pornográfica protagonizando un vídeo etiquetado como: 'Pareja española practicando sexo en público' -hasta el punto de difundirse por WhatsApp y llegar a tus contactos-, o vuelves a casa sin tus pertenencias.
Otra alternativa al aire libre es una localización resguardada, pero que no deja de conllevar un riesgo: probadores, vestuarios, baños o ascensores son las más demandadas entre los amantes del morbo.
Es cierto que aquí un miembro de la Policía no te va a sacar los colores, pero sí cualquier otra persona que se encuentre cerca o irrumpa por sorpresa. La humillación se multiplicará en el caso de que el desconocido, consciente de lo que ocurre detrás de esa puerta, aparezca con un móvil en la mano para grabar la escena y de nuevo a una pagina pornográfica o a viralizarse por redes sociales.
A esto le tienes que sumar lo incómodo que llegan a ser estos lugares por su reducido espacio, -obligándote a tener sexo de pie y en silencio- y el peligro que conllevan, pues un pequeño resbalón puede hacerte perder el equilibrio y lesionarte de la manera más ridícula. Por no hablar de la suciedad que albergan los baños públicos, si piensas en la cantidad de personas que pasa por allí para hacer sus necesidades y te fijas detenidamente en los restos, quizá descartes por completo el encuentro hot.
Son muchos quienes deciden ir hasta una casa o fábrica abandonada para enrollarse. Sitios tétricos y desoladores que, en ocasiones, van acompañados de leyendas paranormales.
En el cine cuando los protagonistas toman esta decisión suele acabar en drama y en la vida, de una forma u otra, también. Ten en cuenta que estas edificaciones están repletas de desperdicios, escombros o cristales rotos y una mala pisada te llevará directamente a aterrizar sobre alguno de estos elementos y a cortarte -con su consecuente infección- o, en el peor de los casos, a fracturarte un hueso.
En ocasiones, los lugares abandonados suelen servir de refugio a drogodependientes o homeless homelessque, aunque no tiene por qué, pueden amenazarte para que les des dinero o lo que llevas encima. Y de no ser así, el susto por el encontronazo te lo llevarás igual.
En cuanto a los sucesos extraños que puedas presenciar no tenemos pruebas, pero tampoco dudas. Ya sea por sugestión o porque en realidad han sido el escenario de una tragedia, a estas construcciones les suele rodear una extraña atmosfera bastante creepy. De ser así, no es muy recomendables ser testigo de una experiencia paranormal mientras estás en pleno acto sexual.
Si te resulta imposible hacerlo en tu casa -o en la de tu pareja- o eres un amante de la adrenalina, existe una página web que recopila picaderos por todas las ciudades del país: mispicaderos.com. Lo más curioso es que los usuarios que frecuentan estas zonas redactan sus particulares reseñas y recomendaciones con todo lujo de detalles y hasta los puntúan. Nosotros ya te hemos advertido de los riesgos que conllevan estos rincones… Ahora está en tus manos si frecuentarlos o no.