Cuánto ha cambiado el amor cortés a lo largo de la historia. De las cartas perfumadas con tinta y la metáfora cifrada (“Deseo su catapulta enhiesta, vuesa merced”) al tecleo rápido de un ‘sexemoji’ picante con la berenjena, la cara que quiña el ojo o lengua salivosa y rumbera que anuncia de todo menos una visita al dentista.
Si la imaginación de la humanidad se nutre a la perfección de imágenes y metáforas, nada hay mejor para subir la calentura del verano que una buena sesión de sexting con tu crush o tu pareja. Créenos: nunca pasará de moda prometer y prometer antes de… bueno, ya sabes.
Advertencia: en el sexting todo está permitido, siempre que tengas confianza con la otra persona. Es un pacto de ficción, en el que las partes dan lo mejor de su inventiva verbal, su manera de insinuar y desearse. Habrá quien quiera llamarle al pan, pan y al vino, vino (y empezar con la sesión de gimnasia enseguida); habrá otras personas a las que les guste que el juego y la insinuación de los placeres de la carne se prolonguen durante un rato.
Aquí te dejamos unas frases para que vayas practicando. Recuerda: el uso de emojis también funciona bien en combinación con estas calenturas léxicas. Qué menos que ofrecer a tu amada o amado cortés un muestrario de sugerentes gotas eyaculativas, melocotones con cierto parecido a un trasero, caras que guiñan el ojo repetidas para dar a entender que algo se mueve en la carne.
De lo que no queda duda es de este principio básico: nuestra imaginación se puede calentar al rojo, igual que otras partes del cuerpo.
El buen sexting siempre tiene algo de espera y de insinuación; crear en la cabeza de tu acompañante una imagen que le ponga cachond_. Cuanto más tarde en empezar la fiesta, mejor. Esta frase es estupenda para romper el hielo, y da lo mismo que tu sexter, al otro lado del chat, pida inmediatamente una prueba gráfica o juegue con las posibilidades de la sugerencias: “Ah, sí, ¿y qué tipo de foto quieres mandarme?”; “¿Me dejas que elija qué foto quiero?”; “A ver si eres capaz de enseñarme…”
Alternativas:
Para esas personas que quieren combinar deseo, nostalgia y un conveniente vacío semántico que excite a la persona al otro lado del teléfono y le deje imaginar qué pasaría, efectivamente, si estuviera ahí, en esa cama, esa habitación de hotel o esa alcantarilla (si es que os gustan los lugares particulares para hacerlo)
Alternativas:
Frase para las personas más directas, que meten el acelerador. Tanto si la enviamos como si nos la envían, nos da la posibilidad de jugar con la descripción: qué estamos haciendo con nuestras manos o con nuestros juguetes mientras nuestr_ sexter, al otro lado del teléfono, imagina.
La imaginación es poderosa, ya te lo hemos dicho.
Juguetes, lubricantes, un Satysfier que ya sujeta esa mano. Con la otra invitas a la otra persona a unirse a tu fiesta.
No todo empieza con una mirada, sino con un buen cacharro para hacer las cosas más fáciles y divertidas. A partir de esta frase, se puede empezar con los videos (recomendamos no hacer esta insinuación y después mandar un video de cómo montas una estantería Billy de Ikea)
La erótica del poder nunca fue tan eficiente. Dar órdenes y tomar el chat a caballo con un rol dominante puede puro fuego si la otra persona está dispuesta a asumir el papel de siervo o sierva de tus más lúbricas instrucciones.