Dormir con el tampón puesto: una práctica muy común que no está nada recomendada
María Gómez de MontisMadrid
El uso de tampones y el no hacer caso a sus recomendaciones puede tener importantes riesgosInstagram @tampontribe
La decisión de llevar uno u otro producto de higiene menstrual al dormir es totalmente personal. Sin embargo, si no se conocen los riesgos, usar tampones por la noche puede ser peligroso.
En el vídeo de apertura te contamos las causas de riesgo para sufrir un shock tóxico por la mala utilización de los tampones
En muchos países, el nuestro incluido, se siguen manteniendo cientos de mitos alrededor de la regla: que si tiene que doler sí o sí, que si el ciclo debe durar 28 días, que si mantener relaciones con la regla previene el embarazo… Las falsas creencias sobre la menstruación dan para un ensayo bien largo, pero la cosa se desmadra todavía más cuando hablamos de métodos para controlarla. Compresas, copas menstruales y tampones son objeto de ridículo y leyendas urbanas, impuestos altísimos y anuncios de los que dan vergüenza ajena (no, señores, no queremos una compresa que nos permita estar colgadas de los tobillos tres horas y media).
Quizás, por novedosa, la copa menstrual se lleve el premio al método que acoge más leyendas urbanas, pero tradicionalmente ese puesto ha estado copado por los tampones. En Yasss queremos reivindicarlos recurriendo a uno de sus mitos más socorridos, el de que nunca hay que dormir con un tampón puesto. Porque es cierto que recomendable, superrecomendable, no es, pero tampoco es habitual ver este cilindro de algodón como causa de defunción.
De los tampones se sabe que no se inventaron hace treinta años. Según parece, en el siglo V antes de Cristo las egipcias ya usaban unos cilindros de papiro, que en Roma eran de lana y en Japón, por ejemplo, de papel. La idea era la misma y el objetivo compartido: pasar los días de regla con pocas molestias, limpias y cómodas.
Con el paso de los siglos, los materiales y las formas evolucionaron. También se tiene más conocimiento de la anatomía y la salud reproductiva femenina, aunque aún queda mucho por saber sobre los tampones. La idea de estos objetos, de distintos tamaños para adecuarse al flujo menstrual de cada mujer, es poder cambiárselos cada cuatro horas, aunque se puede mantener hasta ocho en la vagina. Su uso es perfectamente seguro y cómodo, pero es por este motivo por el que no se recomienda (en ningún caso se prohíbe) ponerse un tampón por la noche. No ocurre así con la copa menstrual o las compresas, perfectamente seguras para usarlas mientras duermes.
Los motivos por los que usar un tampón por la noche puede ser perjudicial son los siguientes:
No puedes cambiarlo tan habitualmente como deberías. Si tienes el sueño un poco profundo, lo más probable es que no te quites el tampón a tiempo. Y la vagina no es un espacio estéril; llevar uno de estos productos más tiempo del recomendado puede aumentar las posibilidades de que contraigas infecciones.
Los tampones caducan. La vida útil de estos productos sanitarios es de unos cinco años, si se mantienen en un lugar seco y apartado. Pero, si eres de las personas que prefieren tirar las cajas y guardar los productos en otro sitio o si los guardas en el baño, un sitio húmedo donde pueden coger moho o bacterias, estás poniendo en riesgo su salud. Por norma general, guarda las cajas de tampones y, si tienes dudas sobre cuánto tiempo lleva en tu mochila uno, no lo uses.
El síndrome de choque tóxico (TSS), una enfermedad poco común que, en la mitad de los casos diagnosticados, está asociado al uso de tampones. Se da cuando una bacteria, que suele estar presente de manera natural en la vagina, se alimenta de la celulosa del tampón y produce la toxina que causa la enfermedad. Usar un tampón más de ocho horas, como corres el riesgo de hacer si lo llevas durante toda la noche, aumenta el riesgo de sufrir TSS, que puede ser mortal si no se trata rápidamente. Sus síntomas son la fiebre, el dolor de cabeza y músculos, los escalofríos, erupciones e irritaciones en la piel, la diarrea, los desmayos y los problemas para respirar, así como la hinchazón y el enrojecimiento en labios y lengua. El TSS es una emergencia médica, como avisan desde el blog de la empresa especializada Clue; si bien estos síntomas coinciden con otras enfermedades, ante la aparición de ellos simultáneamente o su empeoramiento rápido, se debe llamar a una ambulancia o acudir a los servicios de emergencias. Para prevenir el síndrome, se debe retirar el tampón antes de las ocho horas e intercalar el uso de este producto con otros de higiene menstrual, como las compresas o la copa.
Por norma general, no es peligroso dormir con tampón
En general, no pasa nada porque uses un tampón para dormir, siempre y cuando lo cambies antes de las ocho horas. Los ginecólogos también recomiendan usar uno con una absorción ligera, para que no se genere humedad en la mucosa vaginal, lo que favorece la aparición de bacterias, e intercalar este producto con otros de higiene sanitario. Si cumples esto, da igual qué método uses para controlar tu regla por la noche: la decisión depende de ti y tu comodidad.