Para muchas personas, los espejos solo son un elemento decorativo del hogar, pero para otras, son una herramienta que puede hacer que su vida sexual resulte más interesante… si se emplean de la manera adecuada.
Así, quienes busquen maneras diferentes de disfrutar del sexo y aumentar el placer, puede que tengan a mano una sencilla solución en la que nunca antes habían pensado (o sí), una forma de salirse de la rutina y aumentar el erotismo que se puede conseguir sin necesidad de salir de casa, porque ¿quién no tiene un espejo en su hogar?
Aburrirse no es una opción cuando se trata de sexo, dejar que la rutina entre en nuestras vidas no es la mejor idea cuando lo que se busca es mantener la llama encendida y la pasión. Por eso, descubrir nuevas formas de hacer que la experiencia resulte más excitante siempre viene bien.
Una excelente manera de salir de la rutina es introducir diferentes juegos o juguetes sexuales, o también darle una oportunidad a todo lo que puede aportar sumar un espejo a la experiencia. En estos casos se pasa de ser actor a ser también un espectador, sumando otro punto de vista y aumentando el morbo del encuentro.
También es ideal para mantener la conexión con la pareja o acompañante, un espejo permite verse siempre, incluso cuando por la postura escogida, esto no sería posible, por ejemplo en posturas de espaldas a la pareja, como la del perrito. De este modo se puede estar pendiente de las expresiones de la otra persona, sus movimientos, lo que puede llegar a resultar muy estimulante. También permite ser consciente de su lenguaje corporal, lo que mejorará la experiencia.
A través de la vista recibimos una gran cantidad de información, sumando un espejo en la estancia, ampliamos este campo, lo que puede mejorar la experiencia. La conexión visual con la pareja puede ser mayor, también puede ayudar a explorar diferentes posturas y movimientos, haciendo que descubramos nuevas formas de placer, contribuyendo a un mayor autoconocimiento.
Poder ver el reflejo de tu pareja permite conocerle un poco más, ver expresiones o gestos que en algunas posturas no parece posible, pero también permite hacer lo propio con uno mismo, lo que no solo puede mejorar el sexo, también aumentar nuestra confianza.
Existen algunas técnicas que se pueden emplear para hacer que la experiencia al incluir el espejo resulte más placentera. Por ejemplo, no es raro sentir un poco de vergüenza al principio, pero no es necesario prescindir de toda la ropa desde el primer momento o mirarse durante todo el tiempo. Puede ser algo más paulatino.
No dudes en darle un toque especial a la experiencia, adecuando la luz y creando una atmósfera íntima. Lo más frecuente es escoger el dormitorio, pero no conviene olvidar que los espejos suelen estar también en otras estancias, como el baño, que puede ser una gran opción. Lo importante es disfrutar la experiencia, sentirse cómodo y encontrar la manera de cumplir nuestras fantasías, tanto acompañados como cuando estamos a solas.