Cada momento tiene su indumentaria adecuada, la ropa que llevamos a la oficina no suele ser la misma que seleccionamos para pasar una tarde con amigos y tampoco es la que nos podríamos para una cita romántica. Cada instante tiene sus códigos de vestimenta y una noche (o tarde, o mañana…) de placer, no es una excepción. 

No siempre se puede tener todo planeado, pero para las ocasiones en las que es así, pensar qué nos ponemos se convierte en una prioridad, sobre todo cuando lo que tenemos en mente en la seducción.

Aunque parece sencillo, no lo es tanto, al escoger las prendas que luciremos es necesario pensar en cuáles pueden resultar más excitantes para todas las partes implicadas, pero siempre teniendo claro que la clave de todo tiene que ser que nos sintamos seguros y sexis con nuestra elección. 

Encontrar la prenda, o prendas, adecuada está muy bien, pero la confianza en uno mismo está aún mejor. Es indispensable que nos sintamos seguros con nuestra elección, lo que hará que nos sintamos mejor en nuestra propia piel. 

Todo depende de las personas, evidentemente, pero hay algunas prendas que consiguen un mayor consenso que otras. Por ejemplo, en el caso de prendas femeninas, pocas dudas hay de que los ligueros consiguen llevarse el primer premio, una prenda clásica con la que se pueden conseguir looks muy seductores y que, con algunos modelos, no será necesario quitarse. 

También los corsés y corpiños suelen formar parte de esta lista, modelan la figura y afinan la cintura, eso sí, pueden ser un poco complicados de quitar. No así los zapatos de tacón, un clásico que nunca falla, estilizan y alargan las piernas y resaltan los glúteos, y al parecer los hombres los encuentran muy excitantes, aunque también un poco intimidantes; también es muy habitual escoger las botas altas de cuero negro. 

Los picardías no se pueden esconder bajo la ropa, pero son ideales para sorprender a la otra persona. Son una especia de camisola, con tirantes finos y mucho escote, normalmente elaborados con encajes y tejidos suaves y agradables al tacto. Porque en ocasiones nos centramos en la vista, pero el tacto puede ser un gran aliado, con tejidos satinados o pieles sintéticas. 

En general, los tangas y sujetadores push up suelen dar buenos resultados, sobre todo si tu acompañante es un hombre, algunos encuestan han recogido que estas son las prendas que les resultan más excitantes. 

En prendas masculinas es más sencillo saber qué no ponerse. Conviene evitar ropa interior que no sea de la talla adecuada o que haga tiempo que haya terminado su ciclo de vida, así como los calzoncillos con mensajes divertidos. Señalaríamos que conviene evitar dejarse los calcetines puestos, pero según un estudio, el sexo podía mejorar al llevarlos, claro que esto es así porque nadie está cómodo con los pies fríos, no porque haya una relación directa entre los calcetines y el sexo.