La pregunta siempre ronda a los fans de Justin Bieber, que probablemente se preguntan cómo es posible que un crío jovencísimo y asquerosamente rico que montaba fiestas llenas de drogas y alcohol (solo le faltó algún cadáver) se reformara de la noche a la mañana. La respuesta está en el amor: su pareja, la modelo Hailey Baldwin, es la que ha conseguido dar una estabilidad emocional suficiente al cantante. El matrimonio Bieber vive estos días su momento más dulce, con ambos en un punto más que interesante en sus carreras profesionales.
¿Quién es este ángel de la guarda del cantante, bestie de Kendall Jenner como la llaman algunos fans de la pareja? Te lo contamos.
Hailey es hija del actor Stephen Baldwin y sobrina de Alec Baldwin. Su madre es diseñadora gráfica. La modelo tiene raíces en muchos países del mundo, desde Brasil, donde su madre nació, hasta la ascendencia francesa, irlandesa, portuguesa e inglesa de su padre. El vínculo con su familia es tan sólido que Hailey afirma que su tatuaje más preciado es uno relacionado a su vez con la felicidad de sus padres. “Tengo la fecha de la boda de mis padres tatuada. Fue el primer tatuaje que me hice, y el que más valor sentimental tiene para mí”.
En cuanto a la vocación, mucho antes de ser modelo su sueño era ser bailarina de Ballet, pero una lesión cuando era una niña la obligó a apartarse de las acrobacias y tomar un camino alternativo en la industria musical.
Desde 2014, sus apariciones en revistas de moda y su trabajo con marcas han sido constantes. La revista Vogue sitúa el punto de despegue de esta modelo californiana en 2018, cuando la marca L’oreal la fichó para ser su imagen.
Para Vogue ha sido portada varias veces. En 2019 para Vogue USA y en 2020 para la versión española. Anteriormente, Hailey ha trabajado para firmas como Tommy Hilfiger o Ralph Lauren, tanto en las portadas de sus cabeceras como en las pasarelas de medio mundo. Su labor como embajadora de distintas marcas sigue a día de hoy, y desde hace tiempo Hailey planea crear ‘Rhode’, su propia marca de cosmética, en colaboración con ModelCo.
La amiga más conocida de Hailey es Kendal Jenner, su bestie, su alma gemela en el asunto de salir de fiesta, apoyarse en los momentos difíciles y hasta hacerse tatuajes: dos de los que lleva Hailey son un diseño de su amiga supermodelo. ‘PR’ en la mano derecha y ‘AY’ en la izquierda (‘Pray’)
Son ya famosas sus ‘noches de chicas’, que ambas modelos publican siempre que pueden en sus redes sociales, con fotografías que enseñan lo bien que se lo pasan juntas. En el plano sentimental, la relación más conocida de Hailey antes de su compromiso con Bieber fue la que tuvo con el músico Shawn Mendes, de quien se rumoreó que seguía enamorado de ella mucho tiempo después de cortar.
Al menos es lo que ella ha contado de su primera cita con Justin. El cantante la invitó a cenar cuando solo tenía 17 años. Por lo visto, estuvo a punto de decir que no y perderse alguna escena en la que Justin gritaba que le trajeran un atún recién pescado para el sushi. No era el único problema.
Debido a que Hailey era menor de edad, sus padres le habían prohibido salir con adultos, y fue su hermana quien orquestó un plan para cubrirla y que ella pudiera ir a la cita. “Mi hermana mayor me cubrió y dijo ‘Ah, sí. Se va a quedar a dormir en mi casa. Ella me cubrió y fui a cenar sin que me descubrieran”. En junio de 2018 Justin había hincado la rodilla. Estaban comprometidos.
De no haber sido por su ‘patatita’, seguramente habríamos visto a Justin liarla parda en los últimos años con fiestas, drogas y una existencia mucho más caótica. Muchas fuentes apuntan a que ha sido la estabilidad que le ha proporcionado a Bieber la que ha conseguido que el chico malo de la industria musical siente la cabeza. Hasta con esos ataques de acné juvenil que sufre. Nos imaginamos a Justin tirado en el sofá, de resaca, con una vocecilla suplicante que recorre su penthouse de lujo en Amsterdam: “Cariño, ¿me explotas este granito con cabeza, porfa?”