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Salseo

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Celoso de su intimidad, amigo de Miley Cyrus y millonario: así es Dalton Gomez, el marido de Ariana Grande

  • Con solo 26 años, Dalton ya se ha labrado una carrera de éxito como broker inmobiliario

  • Sus perfiles en redes sociales como Instagram son privados y están blindados a las miradas de los que buscan cotilleo

  • Antes de su crush con Ariana ya era amigo de personalidades fabulosas como Miley Cyrus

Basta una fotografía fuera de tono en las redes sociales de alguna artista conocida para que salten las alarmas y el salseo dé comienzo. Eso es precisamente lo que le pasó a Ariana Grande en diciembre del año pasado. Sus fans estaban acostumbrados a una cuenta de Instagram modélica, dedicada por entero a destacar los méritos profesionales y los distintos trabajos de la cantante, muy celosa con su vida privada. Aquí una gala de premios, allá una sesión de fitness o un buen consejo para mejorar las emociones negativas.

La sorpresa fue enorme cuando Ariana empezó a colgar selfies dándose arrumacos con un total y absoluto desconocido. Esto solo se repitió en 2018 con Pete Davidson, su anterior pareja, y la cosa no acabó muy bien para él. No llegaron a la escena de la rodilla hincada en el suelo y el pedrusco en el dedo anular, solo a la parte en la que Davidson se tatuaba distintos hitos de la relación para hacer honor al fueguito de la pasión que sentía. De aquellos tatus para cantar el amor por Ariana a los cuatro vientos, estos lloros.

Pero, ¿quién es Dalton Gómez, el marido Te lo contamos.

Fuera de foco

Eso de que la fama los cría y ellos se juntan no tiene sentido en este caso. Gómez tiene un perfil discreto, a mil kilómetros de las pasarelas, las galas y la socialité que rodea a la cantante. Hasta el anuncio oficial de su noviazgo con Ariana, no era ni siquiera conocido en redes sociales, y contrasta por oposición a otras celebrities que han pasado por el corazón de nuestra consejera y coach favorita, desde Mac Miller a Big Sean.

En cuanto a su profesión, puede decirse que con solo 26 años ya se ha labrado un futuro más que prometedor gracias a su talento como bróker inmobiliario, con una cartera de clientes que suman más ceros a su cuenta bancaria de los que podemos contar aquí. Gómez, que lleva ya años moviéndose en el complicado mundo de la gestión inmobiliaria, ha ido construyendo un enorme prestigio en torno a esta profesión, siempre bajo el paraguas de Aaron Kirkman Group, una empresa que ha hecho su agosto con las casas de lujo y que, solo en 2020, facturó más de 450 millones de dólares.

Cómo empezó el amor

“Joven agente inmobiliario conoce a una superestrella”. Podría parecer la trama de algún éxito comercial de Hollywood bastante predecible en su trama, pero lo cierto es que esta combinación excéntrica en el tablero del amor no resulta tan descabellada en el caso de Dalton, muy acostumbrado a moverse como pez en el agua en lo alto de la cadena trófica: lujo, eventos sociales y estrellas millonarias que buscan dar con un buen chollo inmobiliario.

Se rumorea que antes de su crush con Ariana ya era amigo de personalidades fabulosas como Miley Cyrus, y que fue ella misma la que galanteó como buena celestina para que estos dos se conocieran en 2019. Fue en enero de 2020 cuando los paparazzis los pillaron por primera vez, siempre en modo helecho nocturno: discretos y sin llamar la atención.

Tan anónima debió de ser la voluntad de Dalton, tan fuerte su deseo de estar fuera de foco, que no fue hasta finales de 2020 cuando Ariana subió por primera vez una foto con él a su Instagram, y ni siquiera con ese gesto consiguió que su chico decidiera remontar el río como un salmón y abrazar esa suerte de fama por consanguinidad. Ella va por los 240 millones de seguidores, mientras que él mantiene todas sus redes sociales en modo privado y apenas supera los 4200 followers. ¿Un revolucionario de la intimidad con la cabeza muy bien amueblada?

Hasta hace no mucho, la etiqueta social para Gómez era la de ‘novio’ o ‘prometido’, pero los vientos de boda han arrastrado a estos dos al altar, el pasado mayo. Una ceremonia privada e íntima. Era de esperar.