Con el permiso de Shakira, pero si hay un cantante colombiano que reconocerías antes incluso chasquear los dedos para nombrarlo, ese es Maluma, cuya vida sentimental tiene categoría de zoo (cada semana se le relaciona sentimentalmente con mujeres distintas).
Juan Luis Londoño Arias no ha dejado indiferente a nadie desde que publicara ‘Felices los 4’ hace ya algunos años, aquel temazo que pudo a media humanidad a bailar sensualmente y que, de paso, desató toneladas de interpretaciones sobre el verdadero significado de la letra (¿Hablaba de una orgía? ¿De un trío? ¿De infidelidad y cuernos entre una pareja?)
Sea como fuere, Maluma es mucho Maluma, y basta con mirar cómo ha cambiado el cantante antes y después de ingresar en el panteón de los reyes y las reinas del reggaetón.
A juzgar por las fotos que el cantante ha ido espolvoreando en su cuenta de Instagram a lo largo de estos años, tuvo una infancia tranquila y feliz en un barrio de clase media de Medellín en compañía de los suyos, especialmente de su hermana Manuela, que ha sido uno de los grandes apoyos en su vida, su gran influencia, junto a sus padres. Tanta admiración y amor les tiene que su nombre artístico es la suma del nombre de su padre, de su madre y de su hermana.
Esta infancia feliz repleta de sueños ambiciosos le llevó desde muy joven a tomar un primer rumbo, muy distinto del camino que finalmente emprendería. Le gustaba el deporte, y especialmente el fútbol, un terreno que en la adolescencia le granjeó ciertos éxitos.
El cantante ha contado en diversas entrevistas que, antes de enamorarse de la música, creía firmemente que su carrera futbolística sería el rumbo correcto para sus aspiraciones profesionales. Habla a menudo de los valores en el terreno juego; y de todo lo que aprendió cuando jugó como central en el Atlético Nacional y. el Equidad Club Deportivo, en la primera división colombiana.
"Mi primera experiencia de esfuerzo fue el fútbol. La responsabilidad, la constancia y la perseverancia que aprendí en el fútbol son factores muy importantes en mi carrera musical".
Para el cantante, todo cambia cuando gana un concurso de canto con un tema de Andrés Cepeda. Una vez más, la semilla llevaba tiempo ahí, latiendo, y pese a que el fútbol había sido su gran pasión hasta ese momento, Maluma debía de saber que sus orígenes familiares iban a tener un papel fundamental en la decisión final. “Mis abuelos eran muy salseros, sobre todo el papá de mi mamá, Pedro Arias".
No tardaría en llegar ‘No quiero’, su primer sencillo. Tres años antes de la mayoría de edad, Maluma ya componía con cierta soltura y con el camino despejado. Sus padres lo apoyaban sin fisuras, y, por suerte, la crisis económica y el divorcio de los Londoño Arias había fortalecido el ánimo del cantante. "Yo le vi cantar siempre. Le encantaba la música romántica. Le ponía el tono y la actitud", cuenta su padre en el documental. En otra parte de la pieza, Maluma no olvida el apoyo de su familia. "Mis padres me han inculcado el amor como uno de los valores más importantes. Haría lo que fuera por mi familia".
De las palabras de Maluma en el documental ‘Lo que he sido, lo que soy’, producido por Youtube Originals, puede inferirse cierto poso amargo. Si su infancia resplandeció de felicidad y el paisaje familiar permaneció intacto hasta el divorcio de sus padres (otro de los eventos que fueron determinantes para que apostara por la música), los sacrificios llegaron más tarde, cuando tuvo que dar un paso adelante y apostarlo todo por su carrera, limitar la exposición de su familia y espaciar los encuentros con los. suyos. Su madre habla de distancia. "Quisiera poder compartir mucho más tiempo con él pero no le puedo acompañar siempre". El propio Maluma recuerda esta encrucijada profesional. Ser un grande entre los grandes no es nada sencillo.
Cuatro discos después, convertido ya en una de las figuras fundamentales de la música urbana, sigue teniendo muy presentes estas palabras. "Sacrifiqué todo: mis amigos, mi familia… Fue el precio a pagar para convertirme en lo que soy hoy en día. Entregué el cuerpo, el alma y el corazón".